La ilusión matemática chocó contra la realidad futbolística. Rosario Central dejo pasar una nueva oportunidad de prenderse con firmeza en la pelea por el título. Y tal vez haya sido la última. Al menos, con el punto obtenido tras igualar sin goles ante el Pincha, el Canalla dio un paso más hacia el objetivo primordial, mantener la categoría. Algo que asegurará sumando un punto más la fecha que viene; o en caso de que Godoy Cruz no derrote mañana a Atlético de Rafaela.
El Canalla no pudo en el Gigante con el líder Estudiantes. El auriazul no encontró argumentos en el juego para desequilibrar al rival. Tampoco hubo jerarquía individual para generar diferencia. Además, la seguidilla de partidos pasó factura al físico de los protagonistas, y esto repercutió en imprecisiones que abundaron en el trámite. Así, el duelo terminó en un justo reparto.
A partir del orden defensivo, una intensa presión en la mitad de la cancha, y la velocidad de algunas piezas de ofensiva, Estudiantes expuso sus credenciales de candidato a la pelea grande del torneo. Pero eso no le alcanzó para quedarse con los tres puntos.
Un remate del incisivo Jara, que dio en el travesaño, fue la única acción de riesgo real de la primera parte.
En el complemento, sin mostrar grandes recursos ofensivos, Estudiantes se las ingenió para exigir a Caranta un par de veces. Pero el arquero resolvió en las contadas ocasiones que lo pusieron a prueba.
Ya en el cierre del partido, con algo más de resto físico que su rival, Central empujó a Estudiantes contra Rulli. Pero lo hizo a partir del entusiasmo antes que desde la inteligencia. Por eso sólo generó cierta sensación de riesgo en el área del Pincha, pero nada en concreto.
Central quedó apenas a un paso del objetivo primario. Y lo consiguió holgado, cuando restan jugarse cuatro fechas. Pero volvió a quedar en claro que faltan elementos para ir por metas de máxima.
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