A un año del homicidio de Gabriel Maximiliano Riquelme, el joven de 20 años asesinado en una persecución en Villa Gobernador Gálvez, una de las policías imputadas por el crimen declaró ayer por primera vez ante la Justicia en una audiencia oral en los Tribunales provinciales. La oficial sostuvo que es inocente y con su declaración intentó alivianar su situación procesal ante el planteo de la Fiscalía, que presentó una acusación en la cual exigió prisión perpetua para todos los imputados. De acuerdo al testimonio de la mujer, estaba semidormida y disparó al piso desde la ventanilla del auto.
Gabriel Maximiliano Riquelme fue asesinado el 3 de marzo de 2014, a las cinco de la madrugada, a poco de salir junto a un grupo de amigos del boliche Gitana, ubicado en Presidente Roca y Santa Fe.
Regreso a casa
Los jóvenes atravesaron la ciudad rumbo a Villa Gobernador Gálvez a bordo de un Chevrolet Celta rojo, y en la vecina localidad fueron interceptados por un Fiat Palio color gris en el que iban cuatro policías que se encontraban fuera de servicio y de civil.
Los agentes comenzaron a perseguirlos y les dispararon con armas calibre 9 milímetros.
Las víctimas atravesaron Villa Gobernador Gálvez, tomaron la ruta 21 y, cuando llegaron a Pueblo Esther consiguieron perder a los tiradores. Pero Gabriel había sido alcanzado por dos proyectiles y llegó sin vida al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Al día siguiente, los uniformados se presentaron ante su jefe y relataron su versión de lo sucedido. A partir de esto, el jueves 6 de marzo, Julián Matías Luque, de 29 años, Roberto Antonio P., de 34, Virginia Itatí E., de 39; y Nelson C., de 32 fueron sometidos a una audiencia imputativa en la cual quedaron acusados del delito de “homicidio doblemente calificado por concurso real de 4 personas y abuso de su carácter de funcionario público”, más el mismo hecho en grado de tentativa, penado con prisión perpetua. Uno de ellos (Luque) acordó una pena en un juicio abreviado, reconociendo el hecho.
Declaración
Hasta el momento, los otros tres imputados no habían querido prestar declaración. Pero ayer, la única mujer policía implicada (que además es la dueña del Fiat Palio Gris que protagonizó la persecución) habló por primera vez ante la Justicia. En su testimonio, la oficial sostuvo que es inocente y, con su relato de los hechos, intentó alivianar su situación procesal. Es que el fiscal Adrián Spelta, a cargo de la causa, solicitó prisión perpetua para todos los acusados.
Según Virginia, la noche del 3 de marzo salió en su auto y se encontró con tres compañeros de trabajo. Los cuatro fueron a distintos bares en varios puntos de la ciudad a tomar algo. En un momento, ella se sintió mareada y cedió el volante a uno sus amigos, recostándose en el asiento trasero.
De acuerdo con el relato que brindó en Tribunales, la mujer se despertó recién en Pueblo Esther cuando escuchó gritos, manoteó su arma y disparó al piso desde la ventanilla, semidormida.
Siempre según su declaración, un rato después los tres policías que la acompañaban le contaron que empezaron a perseguir a varias personas que iban en un auto porque habían querido asaltarlos. La persecución se inició en Belgrano y San Martín, pero Virginia afirmó que no se dio cuenta de nada hasta llegar a Pueblo Esther.
Para su acusación, la Fiscalía cuenta con sólidas evidencias: cámaras de seguridad, llamados al 911, testimonios de las cuatro personas que iban en el auto en el cual viajaba Gabriel, peritaje balístico, planimetría y armas adulteradas para poder probar el accionar irregular de los policías que fueron sometidos a juicio por la muerte del joven Riquelme.
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