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Criminis causa

Caso Ciarroca: determinan que hubo sólo un atacante

Según la imputación fiscal, el acusado mató al joven cuando éste pretendió detenerlo tras el arrebato del celular.


El muchacho detenido por el crimen de Nahuel Ciarroca –asesinado el lunes pasado en medio de un robo en Dorrego y Amenábar– fue imputado ayer de homicidio criminis causa por el fiscal Rafael Coria y, de mantenerse la acusación, llegará a juicio con la posibilidad de ser condenado a prisión perpetua. En la audiencia el investigador contó cómo llegó a dar con el acusado y explicó que, según las pruebas recolectadas, pudo determinar que la víctima intentó detener al ladrón luego del robo y éste respondió gatillando el tiro fatal.

A Nahuel Enzo Ciarroca lo mataron unos minutos después de las 20 del último lunes en Dorrego y Amenábar. Acababa de salir de la casa de sus padres, de Italia al 2900, y se dirigía hacia su domicilio, de bulevar Seguí al 2200. Iba caminando, hablando por su celular nuevo en la mano, un Samsung J7, cuando alguien se lo robó y le metió un tiro debajo de la axila derecha que la causó la muerte.

Si bien en primera instancia los vecinos señalaron la posibilidad de que el homicida hubiese contado con la ayuda de tres cómplices que se movían en dos motos, el fiscal Coria no pudo hallar pruebas que solventen esta teoría. Los pesquisas revisaron las cámaras de seguridad de las casas vecinas al lugar del ataque pero no lograron divisar el supuesto par de motos. Las imágenes no eran claras y no enfocaban el momento en que Nahuel fue baleado. “Solo se veía al chico caminando por la vereda y a un segundo muchacho, que vestía una campera blanca, unos metros más atrás por la mano de enfrentes”, señaló un vocero del caso.

Amigo de amigo de un amigo

El dato llegó por casualidad. Un hombre llamó al 911 y aseguró que tenía datos sobre el homicidio de Dorrego y Amenábar. Al ser entrevistado por los investigadores, esta persona –de quien, al igual que el resto de los testigos del caso, no se brindaron datos por cuestiones de seguridad– señaló que su hija había recibido un mensaje de texto en el cual un amigo le contaba qué era lo que le había pasado a Nahuel Ciarroca.

En este contexto, el miércoles Coria ordenó que se realizara un allanamiento en el colegio Nuestra Señora de Los Ángeles, de Tucumán al 1600, donde entrevistaron a una adolescente y le secuestraron un Iphone 6. En este procedimiento obtuvieron datos sobre el chico que le había enviado los mensajes a la hija del denunciante, a quien también fueron a buscar: le incautaron otro teléfono y le sacaron información sobre un tercer muchacho, a través de quien pudieron detener a Aldair Edilson C. P., un muchacho peruano de 22 años.

La caída de Aldair

En el teléfono del protagonista del tercer allanamiento los investigadores encontraron una conversación, vía mensaje de texto, con un contacto identificado como Aldair. En esa comunicación el hombre relataba que había ido a robar un celular y que, en medio del asalto, le había dado “un cañazo” a la víctima porque, luego de entregarle el teléfono, lo había agarrado de la capucha de su campera para intentar detenerlo. “Forcejeamos y él era más grande que yo. No me quedó otra”, explicaba el interlocutor, vía whatsapp. También le envió una foto en la que se veía al ladrón confeso tirado en un colchón con un celular Samsung J7 a su lado.

Con la certeza de estar sobre los pasos del asesino de Nahuel, Coria ordenó un procedimiento en una casa de Gaboto al 1600, donde secuestraron una funda similar a la que Ciarroca usaba en su teléfono, una campera blanca marca Adidas con el escudo del Real Madrid y un sommier blanco con flores verdes –iguales a las que aparecían en la foto enviada por quien decía haber protagonizado el robo–.

En un quinto allanamiento, que tuvo lugar el jueves pasado en un departamento de Mendoza al 3800, donde vive su novia, fue detenido Aldair Edilson C.P.

La imputativa

Ayer por la mañana Aldair tuvo su audiencia imputativa, que fue presidida por el juez Juan Andrés Donnola. En base a las pruebas relatadas, el fiscal Coria solicitó que el peruano fuese imputado de homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego, abuso de arma y portación de arma de uso civil; y que quedara detenido con prisión preventiva por tiempo indeterminado. El pedido fue avalado por el magistrado.

La previa al crimen

Según explicaron fuentes de la investigación, Aldair es un muchacho violento, con problemas de adicciones, que suele andar armado. El lunes a la tarde el joven estaba junto con sus amigos y su novia, “todos empastillados”, en una esquina de la zona sur y  estuvo a punto de balear a un taxista con el que tuvo un cruce de palabras. Su pareja lo paró y en medio de la pelea ella le sacó el celular, lo tiró al piso y lo rompió. Él se fue enojado del lugar, pero antes le dijo a sus amigos que se iba a conseguir uno mejor. Horas después fue asesinado Nahuel.

A Aldair no solo lo señalan como el homicida de Ciarroca, también lo acusan de haber baleado el Volkswagen Suran de una mujer que pasó por la esquina del ataque en el momento en que se perpetró el asesinato.

La defensa

Aldair Edilson C.P. fue representado en la audiencia de ayer por el abogado Rafael Tamous. El defensor particular señaló que su pupilo es víctima de una operación organizada por el ministro de Seguridad de la provincia. Según afirmó ayer el letrado, Maximiliano Pullaro busca presionar públicamente al magistrado a cargo del caso para que su cliente sea encontrado culpable del homicidio de Nahuel Ciarroca.

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