Ciudad

Persistencia

Casi dos años sin respuestas

Familiares de las víctimas de calle Salta manifestaron ayer frente a las oficinas del Enargás en Baigorria, donde la dependencia fue mudada para evitar los escraches que sufría en Rosario.


Al cumplirse ayer veintitrés meses de la explosión de calle Salta 2141, familiares de las veintidós víctimas de la tragedia llevaron su reclamo de justicia a la vecina localidad de Granadero Baigorria, adonde el Enargás mudó sus oficinas. Allí, en San Martín 801 local 5, ante las puertas cerradas, dejaron fotografías de los fallecidos y pintadas alusivas en las inmediaciones de San Martín y Belgrano, a una cuadra de la sede del municipio vecino.

“Nos enteramos de que en mayo se vinieron para acá. Creyeron que no íbamos a venir. Queríamos tocar timbre y pedir respuestas de lo que pasó en calle Salta, pero una vez más nos cerraron las puertas. La verdad es que nos sentimos muy solos; el poder político no nos acompaña”, dijo resignada Marcela Nissoria, una de las personas que encabezó la protesta.

En noviembre del año pasado, la sede Rosario del Enargás, en Corrientes 855, fue tomada por los familiares de las víctimas de la tragedia ocurrida el 6 de agosto de 2013 y desde entonces está cerrada.

“Fuimos dos veces a Buenos Aires, mandamos cartas documento”, contó Nissoria enumerando las gestiones cumplidas desde entonces hasta ubicar el lugar donde ahora atiende el organismo.

“Baigorria es la ciudad de (el Secretario de Transportes Alejandro) Ramos y Ramos es (el ministro de Infraestructura Julio) De Vido, de quien depende esta repartición. Deberíamos estar acompañados por algún funcionario que se ponga el tema calle Salta al hombro. Hay familiares que están destruidos, gente descompuesta, un cuadro de mucha tristeza. Se están por cumplir dos años y esta gente se sigue haciendo la tonta, no nos dan respuestas. Esta impunidad nos hace posponer el duelo; estamos buscando respuestas para ver cómo construimos el duelo y seguimos adelante. Lo único que hacen es abrirnos una causa penal por venir a reclamar, como lo hicieron cuando fuimos a las oficinas de Rosario”, siguió indignada Nissoria.

A casi dos años de la tragedia, la viuda de Hugo Montefusco apuntó: “No puede ser la cantidad de irregularidades que hay con el gas en nuestra ciudad. Esta gente no les da los turnos a los gasistas para trabajar, corta el servicio, no hay forma de que la gente lo pueda restablecer. Atienden al público cuando quieren, cierran cuando quieren, gozan de impunidad. No tienen infraestructura y como ahora tienen que hacer las cosas bien no tienen personal para eso. Para trabajar bien hay que invertir, gastar más. Es decir: estamos como antes”, se despachó.

Presente entre los manifestantes, Eleonora López, hermana de uno de los veintidós muertos del 6 de agosto, agregó que “lo del Enargás es una falta de respeto para las victimas, nadie da la cara”.

“Patricio Houlin –agregó– era el gerente regional. Desde el día de la tragedia nunca más pisó Rosario y tuvieron que mudar las oficinas a otro lado. Hace ocho meses que los rosarinos no pueden hacer sus trámites en la oficina de calle Corrientes y la mudaron porque no nos quieren ver. Queremos una respuesta a las cartas documento que enviamos para saber cuál es la resolución sobre la explosión que dejó veintidós víctimas fatales y cuantiosas pérdidas materiales”.

En calle Salta

La jornada de ayer finalizó, como cada día 6, con una concentración de los familiares en el baldío que dejó la demolición de las torres.

Allí, sobre el paredón que oculta el solar de Salta 2141, dejaron flores, velas y lágrimas.

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