Espectáculos

Casazza y las notas de la espontaneidad

El Carlos Casazza Quinteto, liderado por el eximio músico rosarino, presentará un concierto íntimo donde desplegará su mirada del jazz actual a partir de flamantes composiciones y el juego de improvisaciones que más le interesa. Este viernes, en Plataforma Lavardén.


“Hago la música que puedo, la que me parece que debo hacer, pero no pienso en un público como una entidad homogénea ni en que deba hacer algo especial para elegidos”. La reflexión pertenece al músico Carlos Casazza, quien esta noche, a las 21.30, en el Petit Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) realizará, junto a su quinteto, un concierto basado en nuevas composiciones y, fiel a su estilo, mucha improvisación.
Desde Rosario al mundo, Casazza –figura central del jazz argentino– es docente, arreglador, compositor e instrumentista. Integró el Trío de Guitarras y el grupo Eppur si Muove; registró varios discos como Retrato en Blanco y Negro junto a Leonel Lúquez; La Palabra Kilómetros junto al pianista Ernesto Jodos; entre otros. Formó parte de proyectos musicales con Adrián Abonizio, Liliana Herrero y Ethel Koffman y sus temas fueron registrados por Irene Cervera y Miriam Cubelos, entre otros.
Antes de desembarcar en el íntimo salón de Lavardén, el músico contó que, para este concierto, el grupo que lidera mostrará “85 por ciento de flamantes composiciones” escritas para quinteto porque, contó, “el grupo lo merecía”. Y, en diálogo con El Ciudadano, anticipó: “Es una música que, en los últimos meses, escribí específicamente para esta formación” la cual, además de Casazza (guitarra), integran Bruno Lazzarini (flugelhorn), Rocío Giménez López (piano), Franco Direnzo (contrabajo) y Luciano Ruggieri (batería).
“Hay épocas en que toco más y otras menos”, dijo el músico quien en cada uno de sus repertorios en vivo despliega música original que, por ende, le implica crear composiciones para distintas formaciones: “Tocar en vivo este tipo de música implica poner el acento en la interpretación y la solidez grupal pero también en la improvisación. Ahí hay un marco de imprevisibilidad natural y tocar implica afrontar esa dinámica. Siempre tengo un interés renovado en tocar una música que no está totalmente pautada”, contó a este medio.
Atento a sus búsquedas artísticas y a la íntima curiosidad, para Casazza cada nueva  composición busca ser lo más consistente posible con el discurso: “Busco que mis obras tengan algún tipo de perfil y lenguaje definido”.
—¿Por donde transitan hoy tus búsquedas creativas?
—Estoy pensando en la instrumentación del quinteto. Hace mucho que no tengo un grupo con un viento líder y con base rítmica. Lo último que hice fueron tríos de guitarra, dúos con piano, cuarteto de dos guitarras, bajo y batería, y obviamente a uno como músico le interesa hacer funcionar ese sistema para ver qué pasa. Estoy pensando mucho en la instrumentación porque me interesa, particularmente, tocar con los músicos que toco.
—¿Cómo fue tu participación en “Actividades constructiva”, el nuevo disco solista de Ernesto Jodos?
—El plan de Ernesto era grabar un disco solista. Yo no tendría ninguna participación pero él, generosamente, me pidió que lo acompañara. Ahí mi rol fue trabajar en la producción de estudio. Teniendo en cuenta que iba a haber un músico solista, lo que había que tratar era  que ese músico se salga con la suya en ese marco de soledad y desafíos que es grabar un piano solo.

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