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A casi 20 años, sigue el misterio

Carlitos Jr.: restos manipulados

La querella que representa a Zulema Yoma presentó un informe sobre distintas partes del cadáver de Menem Junior que no corresponderían al cuerpo si se compara un estudio realizado al ingresar al hospital con una necropsia de un año después.


La querella que representa a Zulema Yoma denunció ayer que hubo manipulación del cadáver de Carlos Menem Junior, cuya muerte se investiga si fue producto de un atentado, y presentó un informe pericial que abona esa teoría.

Mediante un informe dado a conocer a la prensa, el abogado Juan Gabriel Labake, representante legal de Zulema Yoma, acompañó los resultados de un peritaje elaborado por el criminólogo Jorge Locles y el médico legista Federico Foresi.

Según el estudio, se compararon los resultados de los últimos minutos de vida de Menem Junior en el hospital San Felipe y la necropsia realizada por 36 profesionales un año y tres meses después.

Entre los puntos comparados figuran las piezas dentales: del estudio del hospital surge que el joven tenía sus maxilares intactos y su dentadura completa, mientras que en la necropsia ambos maxilares aparecen sueltos sobre el cráneo, el inferior estaba partido en dos y del superior sólo quedaban dos trozos, a la par de que nunca aparecieron los seis dientes de la parte media.

Otra de las dudas es sobre cómo estaba el esternón: en los resultados del hospital está intacto, sin fracturas y las costillas bien articuladas pero en la necropsia figura quebrado, separado en dos trozos y las costillas sueltas.

En el informe, que se acompaña con fotografías sobre los estudios comparativos, también la querella da cuenta de que en la necropsia figura una bota de yeso en una de las piernas cuando de su historia clínica no surge nunca tal característica.

“En todos los exámenes practicados hasta el momento de su muerte, y aún en la historia clínica, no aparece ni se menciona yeso alguno en las piernas de Carlos Menem (h), mientras que en el cadáver presentado para realizar la necropsia un año y tres meses después, aparece una bota de yeso en la pierna derecha”, sostuvo la querella. Por ello, aseguran que, más allá de que las piezas dentales evaluadas en ambos estudios corresponden a Menem Junior, no ocurre lo mismo con el cráneo y otras partes.

“Al contrario, todo indica que, al menos el cráneo examinado por los 36 eminentes médicos que realizaron la necropsia, no pertenece a Carlos Menem Junior”, agregaron.

Por otra parte, no hay explicación alguna de la presencia de tierra roja en el cajón, situado en un nicho de hormigón en el cementerio de San Justo, puesto que el color de la misma en ese lugar es negro.

Labaké aseguró ayer que partes del cuerpo de Carlitos fueron cambiadas cuando estaba enterrado en el cementerio de San Justo y, en declaraciones radiales, anticipó que “cuando la señora Zulema mejore anímicamente” va a pedir a la Justicia que ordene la exhumación del cadáver y la realización de análisis de ADN “sobre todos los restos” óseos.

“Nuestra hipótesis es que esos 36 médicos no mintieron. Lo que pasa es que le presentaron para el examen un cráneo que no es el de Carlitos. Evidentemente, algún pícaro hizo cambios en este cadáver”, indicó sobre el dictamen de los peritos en 1996.

Carlos Menem Jr murió el 15 de marzo de 1995 cuando el helicóptero que piloteaba, acompañado del piloto automovilístico Silvio Oltra, se precipitó a la altura del kilómetro 211 de la Panamericana.

La causa por su muerte está radicada en el juzgado federal de San Nicolás, a cargo del juez federal Carlos Villafuerte Ruzo.

Ex juez Cavallo dijo que certificó el féretro y “está todo filmado”

El ex juez federal Gabriel Cavallo, quien intervino como magistrado en el estudio realizado en el año 1996 sobre el cadáver del hijo del entonces presidente de la Nación, remarcó que en esa oportunidad certificó que “el cuerpo en ese féretro era el de Carlos Menem hijo”, y subrayó: “Está todo filmado, fotografiado y relatado, con un acta que está firmada por mí y los otros dos jueces que participaron”.

El ex magistrado resaltó: “Luego de que se estableció que era el hijo (de Menem) empezó la versión de que había dos cabezas. Lo que pasó es que se hizo un corte en el cráneo para poder analizar la calota del cráneo. No es que hay dos cabezas: el Cuerpo Médico Forense se quedó con una parte de ese cráneo para realizar estudios”.

Agregó en declaraciones radiales que en la necropsia no existía ningún indicio que determinara que Carlitos había muerto por disparos de armas de fuego –versión que sostiene su madre– y comentó que durante su actuación no encontró “ninguna prueba contundente y directa” de esa hipótesis.

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