Política

Con agenda exprés en el Senado

Cambio de jurisdicción: miércoles dictamen y va al recinto el 3-S

Habrá debate en comisiones con Axel Kicillof el próximo miércoles y ese día el Gobierno tendrá listo el dictamen. Se votará en el recinto el 3 de septiembre, a tiempo para que Diputados lo convierta en ley antes del 30, fecha en que vence un nuevo pago a bonistas.


Miguel Pichetto se ocupó ayer de organizar en el Senado el debate del proyecto sobre la deuda mientras participaba de las discusiones sobre las reformas a la Ley de Abastecimiento. El miércoles habrá plenario y dictamen y el voto en el recinto será el 3 de septiembre.

El kirchnerismo ya organizó la agenda de debate para el proyecto que cambia la jurisdicción de pago a bonistas, habilita un nuevo canje y cambia al Bank of New York por Nación Fideicomisos como agente de pago.

El proyecto ingresó por el Senado y el próximo miércoles arrancará el debate en comisiones. Ayer se acordó que será en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Relaciones Exteriores.

La velocidad que el Gobierno le impuso al tema no dejó lugar para dilaciones y menos para un debate serio. Por lo tanto, de nuevo se escuchará ese día una maratón de informes de funcionarios, encabezados por Axel Kicillof, y al final se pasará el proyecto a la firma para el dictamen.

El kirchnerismo hasta ahora no parece tener problemas para reunir el quórum tanto en esa reunión de comisión como para llevar el proyecto al recinto.

La sesión se organiza para el 3 de septiembre. Ese día el Gobierno quiere organizar un megadebate que incluya el proyecto sobre deuda y los tres que disponen la creación de un fuero especial para dirimir litigios entre consumidores y empresas, y las modificaciones a la Ley de Defensa del Consumidor y de Abastecimiento, todo el paquete denunciado por empresas y la oposición como un intento de controlar el sector privado.

Con ese esquema Diputados tendría lista la sanción del Senado en la primera semana de septiembre y podrían convertirse en ley en esa cámara el 17 de ese mismo mes.

El oficialismo, de todas formas, reconoce que el quórum para toda esa maratón “habrá que trabajarlo”.

El kirchnerismo de estos días no es el mismo que hace un año. La situación interna de los bloques se debilitó: el final del mandato de Cristina de Kirchner sin que se defina una sucesión en el oficialismo, las malas noticias de la economía real en el segundo semestre que no ayudan a hacer campaña en las provincias y el costo político de votar leyes antipáticas, como el paquete de reformas a la Ley de Abastecimiento o inclusive la batalla en el recinto por el pedido de licencia de la oposición a Amado Boudou terminaron complicando el ambiente.

A ese deprimido estado de ánimo en el oficialismo deben sumarse algunos problemas objetivos: la pelea por la nueva ley de hidrocarburos y los pases de gobernadores al massismo, como el caso del rionegrino Alberto Weretilnek, no sólo ponen en peligro el número en Diputados.

Como sea, el kirchnerismo confía en este caso en otro motor para aprobar sin problemas el proyecto sobre cambio de jurisdicción para la deuda: la pelea contra los buitres como bandera.

Esa consigna “Patria o buitres”, que hasta ahora surtía efecto sólo en la interna más cerrada del kirchnerismo sin pasar a conmover al resto del peronismo, será usada en el recinto para cubrir todos los baches que muestra el proyecto. De hecho, hasta le sirvió en estas horas al oficialismo para complicar a la oposición, que aún duda sobre si rechazarlo de plano, presentar batalla o permitir que se vote sin complicarle el escenario al FpV.

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