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Asalto y Detenciones

Tras otro golpe bancario cayeron detenidos cinco personas

Una banda asaltó ayer por la mañana la sucursal del Credicoop de Pérez y huyó en dirección a Rosario. Tras una persecución fueron detenidos los sospechosos, entre los que se cuenta el líder, alias Mono, a quien le atribuyen robos similares.


La escena no era tan inusual pero llamó la atención de los presentes: un hombre empujaba una silla de ruedas en la que iba otro. Ingresaron a la sucursal del banco Credicoop de la localidad de Pérez ayer por la mañana y cuando traspasaban la línea de cajeros entró un tercero con una pistola en la mano. Fue la señal para que comenzara el asalto, al que se incorporó un cuarto ladrón. Redujeron, incluso a punta de ametralladora, al custodio, a unos pocos clientes y a los empleados. Obligaron a una bancaria a abrir la puerta de la antesala del tesoro y se hicieron con unos buenos billetes para huir en un Ford Focus en menos de cinco minutos. Pero los teléfonos del sindicado líder de la gavilla, el Mono, estaban intervenidos desde hacía una semana, con lo cual había retenes dispuestos en la zona. Tras una persecución, terminaron detenidos cuatro hombres, entre ellos el Mono, prófugo como líder de la organización delictiva que dio otros golpes similares en los últimos meses, y un adolescente, supuesto chofer de la pandilla. No se informó cuánto dinero se llevaron; tampoco si algún billete había sido incautado.

Hace una semana, detectives de la PDI dieron con un nuevo dato en la búsqueda de Sergio Martín C., de 28 años, apodado Mono y quien siempre vivió en la zona noroeste: dos números de celulares que fueron intervenidos a pedido de la fiscal de Investigación y Juicio Valeria Haurigot. El Mono fue reconocido en fotos y filmaciones como autor de al menos dos golpes de la reciente saga de robos a bancos y se mantenía prófugo.

Anteanoche, los policías tuvieron el dato de que la banda del Mono estaba por asaltar una entidad crediticia en alguna localidad del sudoeste del departamento, por lo cual desde el Nodo Rosario de la Policía se dispuso desde el amanecer de ayer un dispositivo de retenes en conjunto con fuerzas federales.

A las 11 de la mañana de ayer se produjo el ingreso de los ladrones a la sucursal del Credicoop de Pérez, en San Martín al 1800, y en menos de cinco minutos el golpe estaba concretado. Pero el custodio logró accionar la alarma dentro de la caseta de seguridad antes de ser reducido y entregar su arma reglamentaria, con lo cual las patrullas confluyeron en ese sector del departamento Rosario. La banda huyó en un Ford Focus que fue avistado en la zona rural de Soldini, con lo cual se inició una persecución en dirección a la autopista Aramburu, que incluyó un tramo en la ruta A012 y algunos tiros disparados por la Policía para darle la voz de alto. En el trayecto, primero dos de los ladrones bajaron del Focus e intentaron perderse en un campo de la zona del complejo Las Carolinas –sobre la ruta 18, antes de llegar a la A012–, pero fueron apresados, al igual que el Mono, quien algunos kilómetros más adelante corrió la misma suerte. En el final de la persecución, en el kilómetro 279 de la autopista, una patrulla de Gendarmería apresó a bordo del auto a su conductor, un chico de 16 años. No muy lejos de allí cayó un quinto sospechoso, identificado Ceferino M., un nicoleño de 51 años recientemente jubilado de la Policía Bonaerense. En el vehículo, los federales dijeron haber incautado dos ametralladoras, (una FMK3 y una PAM), una pistola 9 milímetros, municiones, dos handies, un martillo, dos mochilas vacías y tres clavos miguelito.

Los dos hombres que se bajaron juntos en una parada durante el trayecto fueron identificados como Ezequiel G., de 24 años, y Darío G., de 33. Sobre este último, apodado Gordo, los voceros del caso, cuya investigación está a cargo de la fiscal Cecilia Brindisi, recordaron que fue detenido en su casa de Pedro Lino Funes al 200 en noviembre pasado, acusado junto con otros tres arrestados de haber asaltado el banco Francés de Eva Perón y Circunvalación un mes antes, en un golpe que tuvo por botín 50 mil pesos que estaban en la línea de cajas.

Seis golpes anteriores

El 14 de abril, un grupo comando irrumpió en la sucursal del banco Municipal ubicada en el distrito Centro, de Wheelwright y Paraguay, y se llevó medio millón de pesos, luego de acceder al local a través de una puerta conectada con los cajeros automáticos.

El 8 de mayo, una banda ingresó a la sucursal de Empalme Graneros del mismo banco y, tras acceder al tesoro, se robó un millón ochocientos mil pesos. El 12 de mayo, media docena de hombres tomaron la seccional de General Lagos, robaron armas y un patrullero. Luego, redujeron al custodio que estaba en un auto estacionado frente al banco Credicoop, esperaron al tesorero, lo obligaron a ingresar y le sacaron una importante suma de dinero. El lunes 6 de julio, cuatro ladrones ingresaron a la sucursal de Fisherton del Municipal –a través de la puerta destruida en marzo pasado tras la explosión de una garrafa en un frustrado golpe, y que sólo estaba cubierta por una madera– y se llevaron 300 mil pesos. El 8, desconocidos irrumpieron en la sucursal del Macro de Roldán, pero como alguien accionó la alarma los ladrones huyeron sólo con 70 mil pesos de un cliente y la billetera de una mujer a la que tomaron unos metros como rehén. El 5 de agosto, un cuarteto irrumpió en la sucursal del Credicoop de Arijón y Ayacucho, redujo a los presentes y embolsó 140 mil pesos para escapar en dos motos.

Tras el golpe al Municipal de Empalme la Policía detuvo a la mayoría de los acusados, mientras que el Mono –un hermano suyo está preso por este golpe– siguió como fugitivo.

Las escuchas lo ubicaban haciéndose cargo de este asalto y lamentándose de no haber llevado bolsos más grandes, con lo cual la banda sólo pudo embolsar 1,8 millón de pesos. Voceros del caso dijeron que fue reconocido en fotos como uno quienes cometió el golpe al Municipal de Empalme y al Macro de Roldán. Y que a medida de que sus cómplices iban siendo detenidos reclutaba a otros para nuevos golpes. “Todos los asaltos, salvo el de General Lagos, son de la banda de él, incluso el del Municipal de zona sur, ya que estaba viviendo a menos de dos cuadras”, dijo un vocero policial. Y remató otro: “Es un desprolijo bárbaro y fue justo por eso que se nos escabulló tanto”.

Distracción

Un llamado al 911 hecho ayer por la mañana, minutos antes del golpe al banco en Pérez, daba cuenta de que había aparecido el cadáver de una mujer en la calle El Chajá, cercana al camping del sindicato de camioneros. La voz anónima daba detalles de cómo llegar al lugar. Para los investigadores, fue una manera de intentar distraer a la Policía mientras la gavilla concretaba el asalto.

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