El jefe de la comisaría de Sancti Spiritu, en el departamento General López, fue detenido anteayer luego de que la madre de un joven apresado a mediados de este mes le entregara 2.500 pesos en la seccional para que el subcomisario no cumpliera con la amenaza de trasladar a su hijo a una cárcel de Rosario. El operativo estuvo a cargo del personal de la Dirección de Asuntos Internos con la supervisión del fiscal Matías Merlo de Melincué y la participación de la Secretaría de Control del Ministerio de Seguridad, a cargo de Ignacio Del Vecchio. En ese marco, el subcomisario, de 36 años, quien quedó alojado la Alcaidía de Melincué acusado por tentativa de extorsión, fue pasado a disponibilidad y se le inició un sumario administrativo.
El 15 de enero pasado una mujer oriunda de la localidad de Sancti Spiritu se comunicó con Asuntos Internos y denunció que el jefe de la comisaría 10ª le había pedido 25 mil pesos para no trasladar a su hijo a Rosario. El muchacho estaba detenido desde el día 11 de ese mes, cuando con unos amigos fueron acusados de tenencia de estupefacientes en esa localidad, ubicada a 40 kilómetros de Venado Tuerto.
Tras la denuncia, el personal de Asuntos Internos, la Secretaría de Control y el fiscal de Melincué comenzaron a diagramar un operativo para atrapar al uniformado. La madre del joven aceptó prestarse para ejecutar el plan bajo la modalidad “entrega controlada de dinero”, como también a llevar un micrófono para grabar toda la transacción. Hubo negociaciones que finalizaron cuando el subcomisario aceptó bajar la suma a 2.500 pesos en efectivo, siempre según la acusación. El oficial le ordenó a la mujer que llevara la plata a la comisaría a la tardecita, describieron voceros del caso.
Anteayer a la 19.30, la mujer fue a la seccional ubicada en Castelli 46 de Sancti Spiritu, que depende de la UR VIII; llevaba un micrófono escondido entre sus ropas y también tenía los 2.500 pesos que le había pedido el subcomisario, billetes que habían sido fotocopiados y certificados por la Justicia. Fuera de la seccional había una brigada de Asuntos Internos que monitoreó los movimientos con la supervisión de la fiscalía. La señal para apresar al uniformado era que la mujer apareciera por la puerta principal. Una vez que la víctima estuvo en la vereda, los policías entraron y detuvieron al subcomisario, identificado como Franco Rodrigo G., de 36 años. El fiscal lo imputó de tentativa de extorsión y ordenó el traslado a la Alcaidía de Melincué. A su vez, desde la Secretaría de Control dispusieron su pase a disponibilidad y un sumario administrativo.
“La víctima realizó un valiente aporte. No se dejó amedrentar, decidió denunciar y ser protagonista del operativo para ayudar a depurar a los funcionarios policiales que no cumplan con sus funciones debidamente”, dijeron voceros de la Secretaría de Control.
Preso por lesiones
Un policía marchó preso anteayer en zona sur tras verse involucrado en una batahola tras la cual fue denunciado por amenazas y lesiones. Voceros del caso contaron que el hecho ocurrió alrededor de las cuatro de la tarde de anteayer en Laprida y Uriburu. Según la denuncia de cuatro jóvenes que se desplazaban en un auto, pararon al ver que un hombre atacaba a una mujer, circunstancia en que fueron golpeados y amenazados por el agresor, quien resultó ser un policía domiciliado en Villa Gobernador Gálvez. De acuerdo con este relato, en medio de empujones bajó de un Fiat 147 otro hombre, quien los amenazó con un arma. Una vez que una patrulla del Comando llegó al lugar, todos terminaron en la comisaría 11ª: los cuatro jóvenes que denunciaron el hecho; Claudio. C., de 32 años (el policía en cuestión), y Gonzalo U., de 31 y también villagalvense, al que le incautaron una pistola 9 milímetros. Los dos últimos quedaron acusados de amenazas, lesiones y, en el caso de Gonzalo U., portación de ilegal de arma de fuego.
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