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Tránsito

Buscan eliminar el control de velocidad con radares móviles

Lo impulsa el concejal Carlos Comi, quien obtuvo el visto bueno de la intendenta para que desaparezcan las “chatitas” blancas.


El municipio avanza hacia la eliminación de los radares móviles en la ciudad. Según aseguró el presidente de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal, Carlos Comi, mantuvo una reunión con la intendenta Mónica Fein a quien le solicitó que dejen de usarse por sus características “más recaudatorias que tendientes a la educación vial” y que obtuvo el visto bueno por parte de la titular del Palacio de los Leones.

El concejal precisó que en la lucha contra la inseguridad “es necesario generar confianza y reglas de juego claras en el cumplimiento de las normas, por lo cual debemos avanzar en una política de radarización fija al estilo de avenida Belgrano o bulevar Rondeau, que conlleva a reducciones importantes de la velocidad y con ello de los accidentes viales, dejando de lado prácticas que el vecino siente que sólo persiguen un fin fiscalista”.

El radar móvil que utiliza la Municipalidad de Rosario es la clásica chata blanca que se ubica en ciertos lugares, sobre todo en aquellos propicios a superar la velocidad máxima permitida, a la espera de pescar in fraganti al infractor.

“Tuvimos una reunión muy interesante (con Fein) tratando temas de actualidad y uno de ellos, que ya lo habíamos charlado en su oportunidad, por el cual le enviamos material fundándolo con más elementos, es el tema del fin de los radares móviles, que son parte de la ciudad hace mucho tiempo, que tienen como fin sancionar los excesos de velocidad, son las chatitas semiescondidas en algunos lugares de la ciudad y detectan a un infractor pero que no cumplen con lo fundamental que es el principio de educación vial, de generar pautas de conducta para que la gente baje la velocidad como sí lo hacen otros radares fijos, que creo que es el modelo a seguir”, añadió Comi.

“El radar móvil es como que le da al ciudadano la sensación de que siempre lo están esperando, detrás de una curva, con mala señalización… con una serie de cuestiones que lo único que hacen es producir rechazo; por eso me parece que es el momento de dejar atrás esta práctica”, indicó.

Comi aseguró que la intendenta le recordó que había una licitación en curso por el tema de los radares móviles, que había fracasado y que no se iba a continuar. “Cuando se termine la concesión quedarán sólo los radares fijos y los móviles van a ser una práctica que será dejada de lado”, añadió.

“Yo soy siempre amigo de que se cambien las pautas de conducta, no buscar el afán recaudatorio. Hay que generar hábitos para que la gente respete las velocidades máximas. Por ejemplo está Rondeau, que es la arteria con mayor velocidad permitida de la ciudad, con 70 kilómetros, pero sabemos que hay radares fijos hace mucho tiempo para controlar el exceso. Me parece que ésas son las pautas con las que, si se van extendiendo y uniformando, las políticas de control serán más efectivas”, destacó Comi.

“Me parece que lo más sano es pasar a una política de control más sensata, más clara, firme, con sanciones también importantes. Los sistemas de control deben ser claros y no sorprender a través de trampas”, concluyó el edil de ARI-Coalición Cívica.

“Debe realizarse una reforma integral”

La fundadora de la Asociación Conciencia Vial por Úrsula y Carla, Mónica Gangemi, opinó sobre la idea de sacar los radares móviles que “el problema no es el uso que se le da al objeto en particular”.

“Lo que es necesario es que se realicen los controles y se apliquen las sanciones adecuadamente, que haya más agentes de tránsito controlando y haciendo tareas de prevención. Puede ser cierto que muchas veces los radares móviles son un poquito una afrenta para los conductores pero francamente es necesario usar otras cosas para los controles”, indicó.

“Si sólo se sacan los radares móviles sin una reforma integral con otras propuestas para mejorar y minimizar los riesgos en el tránsito nos parece una barbaridad. Muchos concejales tienen determinados proyectos  pero después a la hora de votar auténticas reformas no acompañan, como por ejemplo cuando se pedía poder usar el tema de las cámaras de seguridad para los controles de faltas graves de tránsito”, afirmó Gangemi.

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