Edición Impresa

Duro conflicto

Brasil: gran tensión por paro camionero

Huelga día 9: algunos aceptaban una tregua pero no liberaban rutas.


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, descartó que su gobierno vaya a rebajar el precio del combustible, pese a las duras protestas que realizan sectores transportistas en ocho estados del país desde hace diez días. Durante la tarde de ayer, se había alcanzado un principio de acuerdo pero no todos los huelguistas aceptaban dejar las rutas, según publicó el diario O Globo. En tanto, la Justicia autorizó la intervención de tropas para levantar los piquetes.

“El gobierno no tiene cómo bajar el precio de la gasolina”, exclamó la mandataria, en respuesta a la principal demanda de los camioneros, que bloquearon rutas y provocaron un principio de desabastecimiento en varias regiones.

Poco después de las declaraciones de la presidenta, la Abogacía General de la Unión (AGU) logró ante la Justicia el permiso de convocar a la Fuerza Nacional de Seguridad para que colabore con la liberación de las rutas. Además, se dispusieron fuertes multas a los que obstruyan accesos viales.

Organismos judiciales de los estados afectados consideraron que los piquetes estaban dificultando el abastecimiento y poniendo en riesgo la prestación de servicios.

La protesta de los camioneros preocupó al gobierno de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT), puesto que el movimiento no cuenta con líderes identificables, como sí los tienen por ejemplo los sindicatos, lo que hace que no haya representantes habilitados para negociar por el conjunto.

Los camioneros demandan la reducción de peajes y el incremento de las tarifas de los fletes. También pretenden que la presidenta sancione una ley que permita una flexibilización de la jornada laboral.

Con respecto a la suba del combustible, Rousseff explicó que lo que se hizo fue restituir el tributo regulador, que el gobierno había ido suspendiendo en forma progresiva entre 2008 y 2012 hasta retirarlo por completo, en el marco de un conjunto de medidas destinadas a enfrentar la crisis económica internacional.

Las protestas también llevaron preocupación a la Confederación Nacional de los Transportistas Autónomos (CNTA), que el lunes pasado anunció haber pedido una reunión con el gobierno.

Levantan la paralización obrera en la planta de GM

Los cerca de 5.200 operarios de la planta de General Motors (GM) en San José de los Campos, Brasil, finalizaron ayer una huelga contra un plan de despidos que paralizó la producción durante seis días. La medida fue la respuesta del sindicato de metalúrgicos de esa región cercana a San Pablo a la inclusión de 798 trabajadores en un programa de recortes. El acuerdo llegó luego de que GM propusiera un esquema de suspensiones pagas, con garantía de retorno y continuidad por lo menos durante los tres meses posteriores al fin de las suspensiones. Serán por cinco meses para 650 operarios y comenzarán el próximo 9 de marzo, detalló el sindicato. El plan original de GM contemplaba suspensiones de dos meses y luego la pérdida de los puestos para los obreros.

Comentarios