Boca volvió a perder puntos. Ayer, en Rafaela, el Xeneize empató con Atlético de Rafaela, último en la tabla de promedios, y permitió que los perseguidores se acerquen aún más, a falta de ocho fechas para el final.
Boca no tuvo respuestas futbolísticas ni anímicas para cambiar el resultado en una cancha que siempre condiciona por sus dimensiones y donde Rafaela complementó con esfuerzo y entrega cualquier diferencia de jerarquía.
La pelota viajó más por el aire que por el césped en los primeros 45 minutos. Dentro del trámite luchado, Boca jamás encontró la llave para complicar a Rafaela, que hizo su juego y se le plantó de igual a igual al puntero.
Cuando uno de los dos pudo jugar por abajo y construir una pared, llegó el primer tiro al arco del partido a los siete minutos, donde el uruguayo Bentancur la jugó con Zuqui, que se la devolvió y su remate no tuvo la fuerza suficiente como para generar peligro.
A los 26, una jugada individual de Gudiño por la derecha del ataque paralizó los corazones de los hinchas visitantes, pero su remate se fue desviado.
Sobre el final, Boca tuvo la más clara de contragolpe, cuando Rossi, fundamental, sacó rápido y le dio un pase a la carrera de Pavón, quien centró desde la derecha para la entrada de Zuqui, que no pudo pararla bien y tuvo que pegarle al arco tirándose para adelante sin fuerza.
En el complemento, Boca tuvo sólo una situación para cambiar el resultado: fue a los 14 minutos cuando hilvanaron la mejor jugada colectiva, entre Pavón y Fabra por la izquierda, que el colombiano metió en forma de tiro al arco, donde Pablo Pérez no llegó a empujarla por el centro.
Rafaela se dedicó a cerrar los espacios, complicar con pelotazos para Albertengo y tuvo en Gudiño a su jugador más picante.
La bomba de Romero de media distancia que hizo temblar el travesaño de Rossi hubiese significado un premio al esfuerzo de Rafaela, que quiere aferrarse a este punto para quedarse en Primera.
Comentarios