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Bienvenida lucha a la pobreza

Los mandatarios de América latina saludaron al nuevo Papa en el comienzo de su pontificado y destacaron la importancia de su voluntad de formar una “Iglesia pobre para los pobres”, un tema preocupante que unifica el interés de toda la región.


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Los mandatarios de América latina cuyos saludos fueron recibidos ayer por el papa Francisco en el comienzo de su pontificado, destacaron la importancia de su voluntad de combatir la pobreza desde una “Iglesia pobre para los pobres”, un tema que unifica a la región.

El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró desde Caracas que el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que asistió a la asunción oficial del nuevo papa, le expresó el compromiso de la revolución bolivariana de acompañarlo en su labor con los más necesitados.

Agregó que el sumo pontífice le dijo a Cabello “que era el papa de Latinoamérica, que no lo dejáramos solo y rezáramos por él”.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo que le gustaría hablar hoy, durante una audiencia que sostendrá con el Papa, sobre “pobreza y hambre”, asuntos frente a los cuales se ha mostrado “especialmente sensible”.

Por su parte, el mandatario de México, Enrique Peña Nieto, dijo: “Lo que es digno de destacarse son las grandes coincidencias de lo que habrá de trabajar durante su pontificado, de los que más lo necesitan, los pobres, los niños, que tiene una gran coincidencia con lo que desde el gobierno de la República estamos trabajando”. Peña Nieto es el primer representante del PRI en asistir a una ceremonia en el Vaticano.

Del mismo modo, el gobernante chileno, Sebastián Piñera, afirmó que “con una sonrisa muy cariñosa” el Papa le dijo que iba a visitar Chile, y el mandatario le transmitió su opinión de que es “providencial” que refleje “tan bien la necesidad de la Iglesia” y que posea “todas las cualidades necesarias para acercarla a los débiles y pobres”.

El vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, confesó haber quedado “absolutamente impactado” por la personalidad de Francisco, que supone “un cambio de estilo respecto a lo tradicional” y permite “tener la esperanza de que la Iglesia juegue un papel moderno, dinamizador”.

Se unieron al júbilo el vicepresidente de Nicaragua, el general retirado Moisés Omar Halleslevens, al precisar que el Santo Padre estará al frente de “una Iglesia de pobres para los pobres”, y el cardenal Miguel Obando y Bravo que destacó que “es un hombre muy sensible con la gente que tiene menos recursos”.

En tanto, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, aseguró que confía en que el nuevo jerarca de la Iglesia católica combata “la demagogia y el populismo” en Latinoamérica, a los que atribuyó la masa de pobres que hay en la región.

Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, indicó, por su parte, que el sumo pontífice le transmitió “ánimo” y “aliento” para terminar su gobierno en 2014, y que durante su conversación le comunicó que su país “se siente identificado con su papado porque en su desarrollo ha emulado mucho el espíritu franciscano”.

“Costa Rica es un pueblo humilde y protector de la naturaleza”, dijo a una radio costarricense.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio comenzó ayer su pontificado con una misa solemne durante la cual le fue impuesto el palio y el anillo del pescador, símbolos del ministerio pontificio, y en la que hizo una vibrante defensa de la naturaleza y dijo que el poder del Papa es el servicio a los otros, sobre todo a los pobres.

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