La falta de respuestas por parte del Estado al problema del narcotráfico quedó en evidencia en la situación por la que tienen que atravesar las organizaciones sociales y los vecinos de Bernal, en el partido bonaerense de Quilmes. A una semana de realizarse una multitudinaria marcha contra la droga, los vecinos realizaron un “pacto de convivencia” con grupos narcos que operan en la zona.
El acuerdo se llevó a cabo en Bernal Oeste, donde los narcotraficantes que dominan la zona hicieron negociaciones con el sacerdote y el pastor del barrio, a fin de establecer un horario especial para la venta de paco que tiene como objetivo disminuir los delitos y el conflicto social.
“Por la avenida Montevideo no se podía caminar. Se vendía paco todo el día. Si se te ocurría caminar por ahí, te robaban. Los pibes deambulaban como zombies, se peleaban y hasta se mataban. Hace unos meses degollaron a un chico”, contó Lucas Molina, un integrante de la asamblea vecinal “Poetas Sociales de la Iapi”.
“La iniciativa fue producto de la desesperación”, argumentaron los vecinos de los barrios Iapi y Springfied. Este acuerdo, a simple vista, sugiere un aval al accionar delictivo de quienes viven allí y deben lidiar con este flagelo. Sin embargo, los organizadores explicaron que “al no tener respuestas de la Policía ni la Justicia, los poetas tomamos la posta para mejorar la calidad de vida en el vecindario”, agregaron. “En nuestro grupo participan vecinos, comedores sociales, sociedades de fomento y también las dos iglesias del barrio, una católica y otra evangelista”, explicó Molina.
“El sacerdote Jorge Cloro y el pastor Iván Carrillo son superhéroes para nosotros. A ellos (los narcos) los respetan. Le tienen respeto a la Iglesia, por eso aceptaron el pedido que les hicimos”, agregó el joven, quien acotó que “fueron ellos los que lograron acordar que la venta de paco sea después de las 23, para que la zona sea más segura. Por ahora se viene cumpliendo bastante bien el pacto”.
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