El Regional

Planificación y concientización

Basura: un problema para toda la región

En 2009 se aprobó la ley que establece la reducción progresiva de la disposición final de los residuos. A trece años de su sanción aún no se consolidó el reciclado de materiales secos e incluso aumentó la generación de residuos domiciliarios ante el crecimiento poblacional


Melisa Giancrisostomo

El debate por la presencia de los basurales a cielo abierto se remonta a 2009 con la aprobación de la Ley 13.055, sancionada en la cámara provincial, que establece el principio de reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado.

Entre las metas planteadas, para 2016 se debía reducir el depósito en rellenos sanitarios en un 15 por ciento y un 12 por ciento cada dos años a partir de 2018, hasta eliminar los basurales a cielo abierto para 2030. A trece años de su sanción, no se ha consolidado el reciclado de materiales secos según lo proyectado e incluso ha aumentado la generación de residuos domiciliarios ante el crecimiento poblacional.

La ley 13.055 también alentó la conformación del consorcio de gestión entre los municipios y comunas de la región, como es el caso del GIRSU, de Villa Constitución, pero este conglomerado opera como un gran basural a cielo abierto ante la falta de inversión en materia de infraestructura para convertirlo en una planta de recuperación y reciclaje, tal como se había proyectado durante la gobernación de Miguel Lifschitz.

Además el gasto del GIRSU suele ser una de las erogaciones más importantes en los presupuestos municipales, ya que la realidad es que ninguna localidad del área metropolitana de Rosario puede enfrentar el desafío de la disposición final de los residuos sólidos urbanos con sus rentas generales.

En el último diagnóstico ejecutivo del Ente de Coordinación Metropolitana, publicado en diciembre del año pasado, se plantea que si bien se  ha logrado la conformación de consorcios y ejecución de infraestructura, aún son numerosos los desafíos que se presentan a futuro para contar con una adecuada gestión de residuos.

La puesta en práctica de acciones tendientes a su reducción y reciclado es uno de los compromisos postergados. El atraso es significativo aunque cabe destacar la excepción de la comuna de General Lagos, que avanzó con una política de reciclado sustentada y progresiva. También se destaca el caso de Arroyo Seco donde, con la participación del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), se realiza una separación de materiales como plástico, cartón y papel.

La región sigue sin encontrar una solución definitiva al problema de la basura domiciliaria y se puede determinar por las experiencias volcadas que el tratamiento de los residuos es deficiente.

¿Por qué es tan difícil sostener una política perdurable en el tiempo? Por varios factores: no hay una estrategia regional en políticas públicas que determinen acciones concretas de separación en origen, recolección diferenciada, y planificación estratégica en recuperación de materiales secos reciclables.

La escasa infraestructura para hacerle frente al reciclado, las pocas campañas de educación en la materia y la ausencia de incentivos económicos a municipios y comunas, atentan contra un cambio en la política del residuo sólido urbano.

Arroyo Seco

La ciudad de Arroyo Seco genera 175 toneladas de basura diaria. La recolección es mixta: contenedores y cestos.

El Secretario de Obras Públicas, José Luis Murina, proyecta una única recolección por contenedores para los próximos años aunque considera que aún falta mucha educación y concientización ciudadana sobre su uso: “Hemos encontrado televisores, escombros, restos de animales. Es problemático su uso pero la recolección es más ágil”.

La ciudad no cuenta con una política de separación en origen pero han avanzado en un convenio con el Movimiento de Trabajadores Excluidos, por el cual los recolectores informales trabajan sobre los contenedores con apertura de bolsa y recupero de materiales secos para el reciclado: “Juntan los materiales que sirven para la venta y realizan una separación que representa casi el 20 por ciento de la basura que se genera” comentó Murina.

La Municipalidad les alquila un galpón y provee de un camión para trasladar los materiales reciclables a los centros de venta. La recolección de la basura seca se realiza con trabajadores que no tienen vínculo laboral con el municipio, sino que están organizados a través del MTE en una cooperativa que aún no cuenta con personería jurídica.

La disposición final se realiza en el consorcio GIRSU, aunque resulta costoso para el municipio por la cantidad de viajes diarios y el degaste de maquinarias y neumáticos: “Se realizan seis viajes diarios con tres camiones compactadores. Ha aumentado la generación de basura porque ha aumentado la cantidad de habitantes. No solamente levantamos en el casco viejo, sino en 17 lotes diseminados alrededor del centro urbano y eso hace que se genere mucho más basura. El valor que paga la municipalidad es muy alto sólo para depositar la basura en Villa Gobernador Gálvez, sin contar las horas hombre y el gasto de neumáticos y gasoil.  Al municipio, realizar el depósito en GIRSU le representa una erogación de un millón de pesos mensuales y es un costo muy grande para hacer un depósito final que podríamos hacer igualmente en nuestra ciudad, porque no deja de ser un basural a cielo abierto. Estamos haciendo 30 kilómetros por día y los camiones no pueden transitar por autopista ni ruta 21. Esos kilómetros se hacen por camino de tierra con el desgaste que eso representa en la maquinaria pública. El problema principal del GIRSU es el factor económico y la falta de inversión en algo que da déficit”.

En cuanto a la basura vegetal, la disposición se realiza en una cava sobre ruta 21 que tiene una capacidad de llenado para dos o tres años más.

Pueblo Esther

La localidad de Pueblo Esther genera un promedio de 250 toneladas mensuales de basura, lo que represente entre 15 y 20 toneladas diarias. La recolección es por cesto.

El Secretario de Obras, Servicios y Espacios Públicos, Ricardo Mendieta, explicó que la localidad tuvo una mala experiencia en el uso de contenedores ya que los vecinos depositaban basura vegetal, escombros y chatarras dificultando el trabajo de la recolección final.

La ciudad no tiene una política de separación de residuos en origen aunque desde el bloque del Frente Progresista se presentó un proyecto de ordenanza en el Concejo para comenzar con una política diferencial del material plástico: “Si bien sabemos que hay otros materiales que se pueden reciclar, creemos que es más potable empezar con pasos firmes, porque en el reciclado hay varios matices y queremos planificar y coordinar con los barrios el depósito de las botellas plásticas y evaluar cuál es la disposición final para luego avanzar con otros como el aluminio, el papel y el cartón. Queremos implementar una política progresiva de separación en origen y sostenida en el tiempo”.

Actualmente la disposición final de la basura domiciliaria se realiza en el Consorcio GIRSU, como lo hace el resto de las localidades de la región.

En cuanto a la basura vegetal se recolectan entre 3.000 y 4.000 kilos diarios y se depositan en una cava municipal. El responsable del área anunció que están trabajando en un proyecto para implementar una enfardadora y adquirir una chipiadora ya que por la cantidad de barrios de fin de semana, la localidad genera un gran volumen de basura vegetal: “Es un problema porque estamos hablando de volúmenes muy grandes y se necesitan espacios muy grandes para depositarla. El GIRSU está empezando a evaluar esta situación para afrontarlo con una política regional”.

General Lagos

General Lagos implementó una agenda ambiental en  2020 con objetivos claros en materia de reciclado de residuos domiciliarios y  separación en origen, que hoy les permite ser la única localidad con una política clara en la materia.

Mercedes Vigo, ingeniera ambiental de la Comuna General Lagos, explicó que “en 2020 se lanzó una agenda ambiental 2030 Comunidad Inclusiva + Sostenible, donde uno de los puntos fue la correcta disposición de los residuos”, por lo que se llevó a cabo un estudio de caracterización de las distintas fracciones de materiales que se generaban.

Esto impulsó la construcción de una planta de recupero que se inauguró en Febrero de 2021 donde se reciben todos los materiales reciclables. Para implementar este programa se aprobó la ordenanza que obliga a la separación en origen y paralelamente se conforma una cooperativa de trabajo integrada por cuatro personas que trabajan en la planta de recepción y reciclado: “La separación de materiales secos la realiza el vecino que lo saca en días diferenciados al pie del canasto. Actualmente trabajan cuatro personas entre seis y siete horas diarias, quienes reciben todo el material junto y fueron capacitados para realizar la clasificación. No es un proceso de apertura de bolsa sino que el vecino tiene que realizar la separación desde su casa”.

Esta política de planificación permitió, a un año y medio de la puesta de funcionamiento de la planta, el reciclado de cinco a seis toneladas mensuales de las 76 que genera la localidad.

“Nosotros iniciamos una campaña de concientización por medios audiovisuales a través de las redes sociales, ya que estábamos en pandemia, y visitamos las escuelas trabajando con políticas medio–ambientales. Logramos que un 45 por ciento de la población realice la clasificación”, manifestó Mercedes Vigo, quien además aclaró que si bien la ordenanza es de carácter obligatorio, desde la Comuna decidieron seguir trabajando en el acompañamiento al vecino para ir evolucionando en esta política de separación en origen más que forzar su implementación aplicando multas.

Esta agenda ambiental también tiene su correlato en la disposición final de aceite vegetal con la firma de un convenio de cooperación con la empresa DH-SH Servicios de Saneamiento para trabajar sobre el reciclado del aceite usado de cocina con cuatro puntos de recepción.

En relación a la basura vegetal, la Comuna de General Lagos adquirió un chipiadora con fondos provenientes del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe para optimizar la disposición final del material que actualmente se vuelca en una cava sobre la autopista Rosario- Buenos Aires.

Fighiera

La localidad de Fighiera genera 70 toneladas mensuales de basura. La recolección es por cesto.

Leonela Torres, ingeniera medioambiental de la localidad de Fighiera manifestó que la comuna actualmente no cuenta con una política de separación en origen aunque este año implementaron puntos para depósito de materiales a reciclar que están destinados a la recolección de cartón, papel y plástico: “Estamos evaluando la respuesta de la gente e iniciamos un trabajo de concientización en las escuelas con charlas informativas y actividades de educación ambiental. Además tenemos localizadas dos familias que subsisten de la recolección y son los encargados de recolectar esos materiales. Tenemos muy buena respuesta e incluso cuando implementamos la eco- botella la gente se sumó. Si bien es difícil porque es un cambio de hábito, hay una buena respuesta a estas medidas” manifestó.

Lucía Garfagnoli, encargada del área de obras públicas, explicó que en cuanto a la recolección de la basura domiciliaria, la comuna “está bien organizada” y la disposición final se realiza en el GIRSU de Villa Gobernador Gálvez.

Pero al igual que en Arroyo Seco, el costo del servicio es uno de los más costosos para la comuna: “Trabajamos con la compactadora al máximo ya que se paga un monto fijo y es alto el costo en combustible y neumáticos. Es uno de los servicios más onerosos en comparación con el mantenimiento de cloacas, porque se paga una tasa mínima que no llega a cubrir el costo.

En cuanto a la basura vegetal, la deposición final la realiza en una cava, aunque admite que la recolección es más dificultosa ya que aún no se logra el hábito de sacar los residuos en los días previsto por la comuna: “Es más desorganizado que la basura domiciliaria. Sobre todo en junio y julio, que se hace poda y escamonda, no le podemos encontrar la vuelta”

Con el aceite usado, la comuna implementó como forma de prueba, un sitio de disposición. La decisión surge para abordar otra problemática, como es la obturación de las cloacas por el descarte de aceite. La medida fue acompañada con la obligación, para los grandes consumidores, de colocar una grasera.

Comentarios