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Drama humano

Austria: hallan otro camión de migrantes

Hay tres niños graves por deshidratación. Viajaban hacinados 26 refugiados.


Tres niños fueron rescatados en estado crítico tras ser hallados ayer dentro de un camión en el que viajaban 26 migrantes. El incidente ocurrió otra vez en Austria, en concreto en St. Peter am Hart, muy cerca de la frontera con Alemania. El conductor del camión, de 29 años y nacionalidad rumana, fue detenido después de intentar escapar.

Los pequeños tuvieron que ser hospitalizados debido a su muy deteriorado estado de salud. “Los médicos indicaron que están siendo tratados por su grave estado de deshidratación”, añadió la policía en un comunicado.

Los 26 migrantes que transportaba el vehículo procedían de Siria, Afganistán y Bangladesh y estaban hacinados dentro de la caja del camión.

Los niños fueron trasladados en ambulancia junto con sus padres hasta el hospital de Braunau, donde fueron ingresados.

El pasado jueves fueron hallados los cadáveres de 71 inmigrantes que habían sido abandonados en un camión en una carretera austríaca. Según la documentación encontrada, las autoridades locales creen que eran probablemente ciudadanos sirios.

Tres húngaros y un afgano han sido detenidos en Hungría como presuntos responsables.

Los arrestados han comparecido ya ante el juez y han sido acusados de tráfico de personas con fines lucrativos y con el agravante de tortura, por lo que permanecerán en prisión.

El Vaticano pide superar las controversias y ayudar

El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, aseguró ayer que en temas dramáticos como la inmigración “las polémicas no sirven para resolver los problemas; por el contrario, agudizan las dificultades y endurecen los ánimos”. “Tratemos de superar las controversias y de hacer cada uno un examen de conciencia, también la Iglesia debería hacerlo. Pero es necesaria una respuesta común”, subrayó Parolin, quien llamó a tomar urgentes decisiones en la emergencia, en medio de la inédita crisis por refugiados.

Dresde tuvo marcha anti-nazi, luego de ataques racistas

Entre mil manifestantes, según la policía, y 5 mil según los organizadores– desfilaron ayer en Dresde, Sajonia, este de Alemania, para dar la “bienvenida” a los refugiados en este estado, escenario de recientes incidentes xenófobos. Los manifestantes, que respondieron a un llamado de la organización “Alianza Anti-Nazis”, desfilaron escoltados por numerosos efectivos antidisturbios. Alemania prevé la llegada de 800.000 demandantes de asilo en 2015.

Hungría va rumbo a endurecer las normas para reprimir y encarcelar a los “sin papeles”

Mientras centenares de refugiados continúan llegando diariamente a Hungría, el parlamento de ese país debatirá la próxima semana establecer penas de cárcel por cruzar de forma ilegal su frontera y autorizar el uso, en determinadas circunstancias, de balas de goma y gases lacrimógenos.

Hungría, un miembro de la Unión Europea (UE) que ultima una valla en sus 175 kilómetros de su frontera sur con Serbia, reforzó sus fronteras con efectivos policiales adicionales y se plantea también movilizar al ejército.

Estas medidas legales son el último intento del gobierno nacionalista húngaro de detener la afluencia masiva de refugiados procedentes de zonas de conflicto, como Siria o Afganistán, que utilizan la ruta de los Balcanes para llegar a Europa Occidental, especialmente Alemania, Austria y los países escandinavos.

La policía húngara informó ayer que el viernes interceptó a 2.822 personas que trataban de cruzar la frontera de manera ilegal, entre ellos 553 menores. En las últimas semanas el número de refugiados que entran a diario en el país oscila entre las 1.000 y 3.200 personas.

El partido gubernamental Fidesz anunció el paquete legislativo en una semana en la que la policía austríaca encontró 71 cadáveres de refugiados en un camión abandonado procedente de Hungría. Además, en las últimas horas la policía húngara detuvo a cuatro ciudadanos rumanos que transportaban a 21 refugiados en un camión en las cercanías de la ciudad de Röszke, cerca de Serbia.

Las medidas legales prevén penas de hasta tres años de cárcel por cruzar en forma ilegal la frontera y diez años por tráfico de personas.

El plan presentado por la formación del primer ministro Viktor Orbán, que tiene mayoría absoluta, pretende establecer una franja de 60 metros desde la frontera como zona de tránsito, en la que permanecerían los refugiados hasta finalizar sus trámites de asilo.

En caso de cruce ilegal de fronteras las penas de cárcel podrían ascender incluso a cinco años si se hace armado o se daña “el cierre de la frontera”, en alusión a la valla con cuchillas erigida en el límite con Serbia.

El proyecto de ley también especifica que la policía podrá entrar en domicilios para buscar inmigrantes ilegales sin el permiso de los propietarios.

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