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Entradera fatal

Audiencia por homicidio

Jonathan Daniel A., de 20 años, quien el viernes se entregó a la Justicia, quedó imputado como coautor en el crimen de Leonardo Perrone, el hombre asesinado en medio de un robo en su casa.


“Homicidio doblemente calificado por criminis causa y la participación de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego”, “robo doblemente calificado por lesiones gravísimas y uso de arma y portación”. Esa es la imputación que afronta Jonathan Daniel A., el joven sospechado de participar en la violenta entradera ocurrida el martes pasado en barrio Bella Vista, durante la cual fue asesinado Leonardo Perrone.

El sospechoso, que en caso de prosperar la acusación enfrenta una posible condena de prisión perpetua, prefirió guardar silencio durante la audiencia imputativa. En tanto, sus defensores no se opusieron a la prisión preventiva solicitada por la Fiscalía. El juez Carlos Leiva dispuso que la medida cautelar restrictiva de la libertad del imputado se dicte sin plazo.

El viernes pasado, Jonathan Daniel A., de 20 años, se entregó a la Justicia luego de saber que era intensamente buscado por el homicidio de Leonardo Perrone, ocurrido el 26 de agosto pasado en Riobamba al 4300, cuando la víctima salió de su casa para empujar el auto de su cuñado y fue abordado por tres asaltantes que le quitaron la vida a los tiros.

Durante la audiencia imputativa de ayer, el fiscal Florentino Malaponte acusó a Jonathan A. de interceptar a Perrone y su cuñado mientras las víctimas intentaban arreglar un auto y sacarles a punta de pistola un bolso y un celular para luego obligarlos a ingresar a la vivienda junto a otras dos personas. De acuerdo con la imputación, ya dentro de la casa el trío exigió a la madre y la hija de Perrone distintas pertenencias. En ese momento se produjo un forcejeo y se cerró la puerta de la vivienda. Uno de los ladrones quedó en el interior de la casa portando un arma, mientras el acusado, junto a un tercer asaltante, rompió el vidrio de la puerta y disparó unas seis veces para sacar a su compañero y escapar con dinero, billeteras y documentación. Como consecuencia de la balacera, Perrone recibió un disparo en la cabeza y otro en el tobillo, su cuñado un balazo en la rodilla, y su padre múltiples heridas de bala.

Entre la prueba reunida para acusar al detenido como coautor del hecho, el fiscal enumeró las declaraciones de la hija, madre y cuñado de Perrone; a lo que sumó unas huellas dactilares levantadas en la puerta de la casa y de un teléfono que uno de los autores tocó durante el robo; muestras de sangre que quedaron en el lugar; un pañuelo que se le cayó a uno de los atacantes; ocho llamados al 911 de distintas personas que identificaron a los asaltantes por nombre, apellido o apodo; y el llamado de una de las víctimas que informa del ingreso de tres ladrones durante el cual se escucha el reclamo de pertenencias, un ruido y la serie de disparos.

Además, Malaponte explicó que cuenta con un testigo de identidad reservada que vio a los sospechosos antes y después del hecho y brindó datos de sus identidades, descripciones y vestimentas, y afirmó que al menos uno de ellos portaba un arma de fuego.

El imputado decidió no declarar. Sus abogados, José Ferrara y Gonzalo Cutruneo, no se opusieron a la medida de coerción sin plazo solicitada por el fiscal.

El juez Carlos Leiva, que presidió la audiencia, entendió suficientes –en esta instancia– los elementos probatorios para ubicar al acusado en el lugar del hecho, a lo que sumó la gravedad de la pena en expectativa –prisión perpetua– y un posible entorpecimiento probatorio a las medidas que restan realizar, por lo que acompañó el pedido fiscal en cuanto a la prisión preventiva solicitada.

Los sospechosos

Horas después del crimen de Perrone, el fiscal Malaponte ya tenía identificados a tres sospechosos. Uno es Jonathan A., quien ahora quedó imputado por el hecho. Otro era Walter Ascencio, de 29 años, quien el 27 de agosto murió tras recibir un balazo policial en la vivienda de su tío, en barrio Cabín 9. Según la versión oficial, el joven se enfrentó a los tiros con personal de Comando Radioeléctrico que había ido a detenerlo. Cuando los pesquisas revisaron el cuerpo del joven, le secuestraron una de las armas utilizadas en el crimen de Perrone. Respecto de este episodio, donde además fue herido un primo de Ascencio que quedó imputado de resistencia a la autoridad, la familia sostiene que los jóvenes no escaparon de un móvil policial sino que dormían en su casa cuando irrumpió la Policía.

Al cierre de esta edición, el tercer sospechoso seguía siendo buscado.

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