Concesionarias, almacenes barriales, casas de familia. La epidemia de balaceras en la ciudad suma blancos a diario y las causas se acumulan en los escritorios de las fiscalías a ritmo vertiginoso. Los impactos de balas sobre fachadas pueden esconder varias motivaciones, pero predominan las extorsiones por las que gavillas buscan dinero en efectivo a costa del terror infundido en sus víctimas. Sin embargo, el propietario de un local de compraventa de automotores tiroteado en las últimas horas aseguró no haber recibido amenazas ni pedidos extorsivos previos a la agresión. A su criterio los tiratiros “operaron generando miedo”, como si esta vez los disparos apenas fueran la antesala de una exigencia no develada.
Según se estima temporalmente, los tres disparos que impactaron sobre la agencia Vecchio automotores de bulevar Seguí al 3400 fueron este lunes por la noche. Partieron desde los ocupantes de una moto e impactaron sobre las persianas y en un Renault Duster Oroch. Los dueños se enteraron por el aviso de vecinos, quienes le dijeron que el ataque fue cometido entre las 21 y las 21.30.
Jorge, el encargado, le dijo a Telefé Rosario que estaba al tanto de que locales del rubro son a menudo blanco de extorsiones, pero sostuvo no tener claro qué pretenden los agresores en su caso: “No hubo amenazas previas; hablo con amigos, colegas del rubro que les ha tocado y debieron cerrar sus negocios. No me había tocado nunca, gracias a Dios, dije. Ahora es la primera vez. Lamentablemente es así, esto es como una ruleta”.
Los casos de balaceras al rubro automotor se contaron por decenas en 2021. Uno de ellos derivó en una tragedia mayor a los daños materiales. Se cometió el domingo 8 de agosto en bulevar Rondeau al 4100, ocasión en que tirotearon el frente de Autos Rosario Norte y una mujer que esperaba el colectivo en una parada cercana se descompensó a raíz del susto y murió de un ataque al corazón.
El regreso de un clásico: atacaron a tiros el frente de una concesionaria de autos en zona oeste
Atacaron a balazos una agencia de autos en Rondeu al 4100: murió una mujer
Un clásico rosarino: balearon otra concesionaria de autos y motos, esta vez en zona noroeste
Otra vez una agencia de autos fue blanco de alrededor de diez disparos
Otros emprendimientos de menor envergadura económica no escapan a la trampa de la modalidad plata o plomo. Como lo demuestran dos casos que se conocieron este fin de semana, cuya mecánica ya configura un clima de época. En una ciudad donde la violencia armada se consolidó como expresión de la economía ilegal, al igual que la tasa alta de homicidios que en el primer mes de 2022 registró 24 víctimas fatales, lo que casi duplicó la estadística de enero de 2021 que tuvo 14 asesinatos.
Según se supo de fuentes policiales, el propietario de una vivienda de Biedma al 2500 que fue tiroteada el domingo por la noche denunció que desconocidos le exigieron un millón y medio de pesos a través de WhatsApp. Los tiros en su casa fueron la secuela de otro ataque perpetrado en una casa de repuestos que posee en avenida del Rosario al 2700, el miércoles 26 de enero. La denuncia fue radicada en la seccional 21ª.
Ese mismo domingo la fachada de una verdulería en Liniers al 700 recibió tres balazos. El dueño, un joven de nacionalidad peruana, había recibido el jueves una nota que rezaba: “Comunícate, peruano, o te mato uno en el local”, junto a un número de celular. El sábado siguiente fueron por más: una voz al otro lado del teléfono, en número privado, le dijo: “¿Cómo vamos a hacer, cuánto tienes? Te lo vamos a dejar en 15 mil dólares o te vamos a dejar un muerto en la puerta del local”.
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