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alerta roja y paranoia

Asesino en serie aterroriza una comunidad en Estados Unidos

Un criminal anda suelto en Tampa, Florida, eligiendo a sus víctimas al azar en las calles oscuras. Los vecinos no caminan solos de noche y viven el terror de que el homicida sea uno de ellos.


Un asesino serial anda suelto en Tampa, Florida, eligiendo a sus víctimas aparentemente al azar en las calles oscuras. Los vecinos tienen instrucciones de no caminar solos de noche y viven con el terror de que el homicida esté entre ellos.

El martes de madrugada, un hombre de 60 años, Ronald Felton, fue la cuarta víctima mortal de una serie de misteriosos asesinatos que comenzó el 9 de octubre en el vecindario de Seminole Heights, cerca del centro de Tampa.

Los cuatro asesinatos tuvieron lugar a menos de 800 metros uno del otro en este barrio histórico. Todas las víctimas caminaban solas por la calle en ese momento, y fueron muertas de un tiro sin razón aparente. A ninguna la robaron.

Felton, un trabajador de la construcción desempleado, cruzaba la calle antes del amanecer cuando alguien le disparó en la cabeza por detrás, dijo la policía.

Igual que en los casos anteriores, el asesino desapareció en la noche, eludiendo a la policía a pesar de que la ciudad está ahora fuertemente custodiada por patrulleros.

Su aparente conocimiento de los recovecos del vecindario ha alimentado la sospecha de que el asesino vive allí.

“Es un asesino, un asesino a sangre fría, y está jugando al ajedrez, es todo”, dijo Raphael Rodríguez, un residente local de 39 años.

“Espero que la policía lo capture, pero él está usando su cerebro y tiene que ser del mismo vecindario, porque miren lo rápido que se escabulle”, añadió.

Rodríguez estaba junto a su hijo Antonio, de 18 años, y la novia de 17 años de éste, Makayla Meadows, el miércoles por la noche cerca del lugar donde Felton había muerto un día antes.

El hombre comentó que ahora los vecinos intentan mirar más concienzudamente a las personas que los rodean y que la comunidad está viviendo un estado de hipervigilancia.

Una cuestión de nombres

La primera víctima en la serie de asesinatos fue Benjamin Mitchell, de 22 años. Dos días después, el 11 de octubre, murió Monica Hoffa, de 32, y el 19 de ese mes falleció Anthony Naiboa, de 20.

Antonio Rodríguez dijo que él solía trabajar con una de las víctimas, Mitchell, en una tienda de suministros Walmart.

“Siempre nos reuníamos al salir del trabajo”, recordó. “Por eso no me gusta mucho hablar de eso. Me toca una fibra. Era un buen muchacho”.

La policía de Tampa investiga los cuatro asesinatos como vinculados, a menos que las pesquisas demuestren lo contrario.

“No importa si (los asesinatos) no están vinculados, pero estoy convencido de que sí lo están”, dijo en conferencia de prensa Brian Dugan, el jefe de policía interino de Tampa. Pero a diferencia de los primeros asesinatos, luego de la muerte de Felton la policía obtuvo una descripción del sospechoso, gracias a testigos que lo vieron abandonar la escena del crimen: un hombre negro, delgado, de cerca de 1,80 m.

La policía también difundió el miércoles un video de una cámara de vigilancia con imágenes tomadas poco después del último asesinato, que muestran a un hombre con un suéter y capucha clara. Tras el primer asesinato, las cámaras de vigilancia mostraron imágenes de un hombre con una capucha similar y la misma contextura y cadencia al andar. “No queremos especulaciones”, añadió el jefe de policía. “Sólo necesitamos nombres”.

La policía aumentó la recompensa por cualquier información que conduzca a su arresto de 41 mil dólares a 91 mil dólares.

Buscando datos

Ryan Reynolds, de 37 años, ha estado durmiendo en un parque porque actualmente no tiene trabajo. Pero si está preocupado, no quiere admitirlo.

“Él está atacando al azar a la gente que no está alerta”, dijo.

El asesino “debe conocer las calles y callejones de por aquí. Al principio pensé que sería algo vinculado a una pandilla, pero ahora que hay más de una víctima, debe ser algo más”.

Ramón Maldonado sale a fumarse un cigarrillo y observa a los patrulleros que circulan por las calles. Es cocinero de un restaurante de sushi.

“Es triste”, comentó. “Conocí al señor Felton, lo solía saludar, charlábamos un poco”, dijo el hombre de 58 años.

“Pero esto no es sólo trabajo de la policía. Tenemos que unirnos como comunidad y ayudar a capturar a este hombre. Alguien sabe algo. Yo ya no salgo a caminar afuera con mi familia”.

El terror de los sin techo

A fines de octubre, un joven de 22 años fue detenido como presunto autor de la muerte de tres hombres que vivían en las calles de Fort Lauderdale, una ciudad del sur de Florida, quien confesó que tenía como meta matar a cinco personas de las denominadas sin techo.

Nathaniel Petgrave, como se llama el joven, es también un habitante de la calle y tuvo varios encuentros con la policía antes y durante la serie de crímenes que aterrorizaron a los desamparados de la ciudad. Según el diario Sun Sentinel, cuando una persona comete entre dos y 30 asesinatos se considera un asesino serial.

Ese medio relató que el pasado 20 de octubre dos hombres que dormían en una gasolinera abandonada fueron atacados a tiros. Uno de ellos murió en el lugar y el otro, que recibió un disparo en el cuello, sobrevivió. Al día siguiente otro habitante de la calle murió de un disparo en la cabeza frente a un supermercado. Las cámaras exteriores de seguridad de ese establecimiento mostraron cómo el hombre hablaba con otro antes de su muerte. Un testigo reconoció a la otra persona y puso a la policía sobre la pista de Petgrave.

Pero antes de que Petgrave fuera detenido, se halló, el 27 de octubre, el cuerpo sin vida de un desamparado muerto a golpes en un depósito. Sobre su cuerpo el asesino había escrito con sangre “4 stop wait time” (4 y empieza la cuenta regresiva).

Cuando se le preguntó a Petgrave, una vez capturado, por qué había escrito el número cuatro, dijo que pensaba que había matado a cuatro personas, pues no sabía que una de las víctimas había sobrevivido.