Edición Impresa

Ejecución

Asesinan a un hombre de cinco tiros en Capitán Bermúdez

La víctima, de 33 años, fue hallada sin vida en la madrugada de anteayer frente a un búnker de barrio Copelo.


Un hombre de 33 años fue asesinado de cinco disparos en la madrugada de anteayer en la esquina de Bahía Blanca y Nicaragua de la vecina localidad de Capitán Bermúdez.

Junto con el hallazgo del cuerpo, los uniformados encontraron entre las ropas de la víctima un revólver calibre 32 y, en el mismo lugar, cartuchos servidos de escopeta calibre 12, proyectiles 9 milímetros y una vaina servida del mismo calibre.

Las fuentes relacionadas al caso trabajaban, al cierre de esta edición, para determinar el móvil y la mecánica del crimen, ocurrido frente a una construcción tipo búnker ubicada en el barrio Copelo de la mencionada ciudad situada en el departamento San Lorenzo.

Según fuentes de la investigación, el homicidio se descubrió el domingo último minutos después de las 3 de la madrugada luego de que una persona llamara al 911 para alertar sobre la presencia de un hombre herido de arma de fuego en la esquina de Bahía Blanca y Nicaragua, de barrio Copelo. En ese marco, se hicieron presentes en el sitio el fiscal a cargo de la investigación, Leandro Lucente, los uniformados de la comisaría 2ª de Capitán Bermúdez y médicos del servicio de emergencias, quienes comprobaron que la víctima, identificada como Cristian Julián Zapata, de 33 años, no tenía signos vitales como consecuencia de las lesiones que le ocasionaron los cinco impactos que había recibido entre el abdomen y el tórax, describieron voceros del caso.

Los pesquisas incautaron, de uno de los bolsillos de la campera del fallecido, un revólver calibre 32 con cinco balas, también un celular arrojado cerca de un volquete, 5 cartuchos de escopeta calibre 12 percutados y, debajo del cadáver, dos balas 9 milímetros y una vaina servida del mismo calibre, especificaron las fuentes.

De acuerdo a la investigación, el cuerpo de Zapata yacía en la esquina de Bahía Blanca y Nicaragua frente a una construcción que tenía las características de un puesto de venta de drogas conocido comúnmente como búnker.

El personal policial ingresó al lugar, pero no se encontraron estupefacientes. Tampoco se hallaron personas en su interior, aunque sí una replica de ametralladora de color negra –realizada con trozos de hierro– que había sido escondida en el techo.

El fiscal a cargo del caso contó en diálogo con El Ciudadano que en esta primera etapa investigativa se trabajaba para descubrir tanto la mecánica como el móvil del brutal ataque porque, al cierre de esta edición, no habían aparecido testigos que puedan aportar datos para identificar a el o los homicidas de Zapata.

“En esta primera etapa, se pudo saber que la víctima no vivía en el barrio, que uno de los disparos se realizó desde corta distancia y que en el lugar había una construcción con las mismas características que las de un puesto de venta de drogas. Con respecto a la mecánica o qué circunstancia fue la que llevó al fallecido a este lugar, todavía no se pudo determinar debido el hermetismo de los habitantes del barrio”, describió Lucente.

Comentarios