La defensa de una mujer a quien la Justicia condenó a prisión perpetua por el homicidio agravado por el vínculo, alevosía y ensañamiento de su hijo Ian Almada, de 3 años, pidió a la Cámara en lo Penal que la joven sea absuelta o bien se remita la causa para que un nuevo tribunal dicte sentencia. Desde la defensa dijeron que fue el concubino de la mujer el responsable.
La muerte del pequeño ocurrió en la madrugada del 22 de abril de 2015 cuando la madre y su concubino llevaron al niño en grave estado al hospital Roque Sáenz Peña, donde se constató que presentaba múltiples golpes en todo el cuerpo. Pese a los esfuerzos de los médicos por reanimarlo, el chico murió a causa de las agresiones sufridas.
Tanto la madre como su concubino fueron imputados al día siguiente por el cargo con el que finalmente fueron condenados A.S. y su pareja, M.C., por el Tribunal en primera instancia tras un juicio oral y público.
Detrás del fallecimiento de Ian se oculta un drama familiar teñido de abusos y violencia para con la madre del niño fallecido por parte de su pareja. Justamente, es en ese punto en lo que se basó la defensa de la mujer para pedir su absolución. “Pegarle a Ian era como pegarle a ella”, dijo durante la audiencia en el tribunal el defensor público adjunto Iván Russo. También describió los abusos padecidos por la madre del niño fallecido.
El representante del Ministerio Público de la Defensa dijo, además, que el material probatorio presentado en favor de la mujer “no fue debidamente valorado por el tribunal”. En este sentido, testigos que comparecieron durante el debate en primera instancia, como profesionales que tuvieron la oportunidad de dialogar y tratar con la joven, lograron acreditar, según lo manifestado por Russo, que Ian falleció por los golpes propinados por M.C, en una situación desarrollada en un contexto de extrema violencia de género.
Russo describió a A.S. durante la audiencia de apelación como una excelente madre quien “tuvo que pelearla sola” luego de la muerte del padre de Ian. De un tenor similar fueron los informes finales de psicóloga Eugenia Covacich, testigo experta brindada por la defensa pública, quien describió el vínculo entre A.S y su hijo Ian como “simbiótico, de sobreprotección, de muchos cuidados, un vínculo que prolongó un poquito más la etapa de dependencia del niño”.
Tragedia tras tragedia
A.S. nació y creció en barrio El Mangrullo, en la zona sur de la ciudad. Tras la muerte de Ian, en 2015, El Ciudadano visitó la zona y muchos habitantes del lugar que conocían a la mujer desde que era pequeña estaban conmocionados por lo ocurrido. Una vecina recordó tristemente que el padre del nene asesinado se había ahorcado hacía unos años. “Nunca supimos por qué se mató, era un chico buenísimo que no andaba en nada raro”, había deslizado una vecina.
Luego del suicidio del papá de Ian, A.S. conoció a su concubino y juntos se mudaron a barrio La Paloma. Sin embargo, tal como se explayó el defensor público durante la audiencia, los conflictos comenzaron a suscitarse dentro del seno familiar, al punto de que el hombre alejó a la mujer de sus padres y hermanos. “La relación entre ellos era asimétrica, ya que había un uso arbitrario de poder por parte de M.C. hacia ella”.
Testigos ofrecidos por la Fiscalía refirieron que “las puertas de la casa estaban cerradas con candado, hubo roturas de celulares y momentos de celos desproporcionados”. Estas situaciones, de acuerdo con Russo, reproducían una escena de reclusión y aislamiento en el hogar.
A diferencia de A.S., su concubino recibió la asistencia de un letrado particular. En tanto, el tribunal pluripersonal de segunda instancia que presidió la audiencia de apelación de la mujer estuvo integrado por los jueces Carolina Hernández, Carina Lurati y Alfredo Ivaldi Artacho, mientras que por el Ministerio Público de la Acusación tomó parte el fiscal Adrián Spelta.
Los hechos, según la Fiscalía
El jueves 23 de abril de 2015 la pareja formada por A.S. y M.C. fue detenida, acusada de ser responsable de la muerte de Ian Almada, de 3 años, quien murió en el hospital Roque Sáenz Peña la madrugada del 22 de abril debido a los múltiples golpes recibidos en su casa de Ayacucho al 6700. En la denuncia policial constó que los médicos del Roque Sáenz Peña que revisaron al niño escucharon a la mujer reprocharle a su pareja: “Mirá lo que hiciste”. Según dijo días después el fiscal Adrián Spelta, “no había denuncias anteriores de maltrato, pero el niño presentaba lesiones de vieja data y actuales. “Los golpes, según Spelta, “eran como si hubiesen sido hechos con una vara o algún tipo de elemento elástico”.
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