Un joven de 18 años fue imputado como el autor de los disparos que dejó heridos a dos invitados de una fiesta que se hizo anteayer en una vivienda de San Lorenzo al 3400, en Villa Gobernador Gálvez. En la audiencia imputativa de ayer el muchacho quedó acusado del delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación.
Además, se le dictó la prisión preventiva por 60 días al igual que a cuatro allegados, quienes tuvieron otra audiencia en la que se les acusó de portación de arma de guerra luego de que Gendarmería los detuviera en un auto con una escopeta, dos revólveres y una pistola. Se presume que iban a intentar rescatar la moto del muchacho
acusado por el ataque, a quien se la habían robado en un descuido.
Todo comenzó minutos antes de las 8 del lunes cuando un grupo de adolescentes estaba en una vivienda donde se había organizado una fiesta, en inmediaciones de San Lorenzo al 3400, de la vecina localidad. En un momento, el acusado, identificado como Iván V., de 18 años y conocido como Chucky, tuvo una discusión con otro de los invitados que terminó en algunos golpes de puños. Con ánimo de revancha porque no había sido el vencedor, Chucky se subió a una moto de 110cc marca Motomel y se fue hasta su casa, ubicada a cinco cuadras, en Marcos Paz al 3000, describieron los investigadores.
A los pocos minutos, el joven volvió a la fiesta en moto, sacó un arma de entre sus ropas y abrió fuego. Como consecuencia de la balacera, Leandro R. terminó herido en la frente producto del roce de una de las balas y Walter M., conocido como Moky, tuvo que ser trasladado al hospital Provincial porque uno de los proyectiles le impactó en el abdomen.
Según contaron los testigos, el autor del ataque huyó del lugar a bordo de la moto.
Venganza frustrada
Los pesquisas recolectaron dos vainas servidas calibre 32 y al poco tiempo detuvieron a Chucky, quien denunció que las supuestas víctimas del ataque armado le habían robado la moto de la puerta de su casa. Antes de ser apresado, el joven alcanzó a contarles a sus familiares lo sucedido y sindicó como el autor del robo a Pucho, uno de los invitados de la fiesta. Fue en esa circunstancia que su papá, Fabián V., su tío Sergio V., junto con dos allegados, Franco V. y Walter A., se subieron a un Chevrolet Corsa para intentar ubicar a Pucho y recuperar la Motomel.
Sin embargo, el cuarteto no logró su objetivo. A pocas cuadras, el conductor del Corsa fue obligado a detener la marcha en Granaderos a Caballo y Marcos Paz por personal de Gendarmería Nacional. Del interior del vehículo, los efectivos federales incautaron una escopeta calibre 12.70 con cuatro cartuchos, dos revólveres 38 y 22 y una pistola 22 junto con proyectiles de distintos calibres que los pesquisas estiman iban a ser usadas para recuperar el vehículo.
El caso de los dos baleados quedó a cargo del fiscal Florentino Malaponte mientras que la fiscal Marisol Fabro lleva adelante la investigación sobre los cuatros arrestados por la portación de las armas de fuego.
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