Le ponen la firma

Argentina “volvió al mundo” y los emergentes resisten

“Volver al mundo”, como plantea el gobierno, significa, puntualmente, un regreso a los mercados internacionales –sobre todo de deuda– y eso siempre es exponerse a importantes niveles de incertidumbre.


La evolución diaria de los mercados emergentes no fue una preocupación seria para la Argentina mientras durante la última década no participó del sistema internacional de deuda, pero a partir del gobierno de Mauricio Macri las grandes empresas locales y las provincias pisaron el acelerador a fondo en esa línea y ahora hay que seguir el tema de cerca: más aún si, como pareció esta semana, los papeles de los llamados países del sur sufrieron un resfrío.

¿Qué ocurrió en concreto? Las acciones de los emergentes evidenciaron por estos días su más larga merma desde más de un año atrás (mayo de 2016).

El jueves pasado, la agencia Reuters dio cuenta de que esos papeles, que son más riesgosos pero en los que los inversores internacionales suelen ir a buscar mayores márgenes, tocaron su punto más bajo en un mes.

Si se mira ese recorrido, es la baja más sostenida desde mayo del año pasado, en momentos en que monedas como la de Turquía y Sudáfrica tocaron mínimos que hace tiempo no se veían y el dólar se vio fortalecido.

Así, los activos estadounidenses se fortalecieron luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos diera señales de más alzas en la tasa de interés y un clima optimista entre los jugadores de mayor peso de la economía estadounidense, que se entusiasman con una baja de los impuestos a los ricos que prepara el presidente Donald Trump.

La mirada sombría se posó en parte también sobre China, que vio, en el último mes, a su moneda tocar el punto más bajo contra el dólar.

En ese contexto, el peso mexicano se mostró en el momento más débil desde julio pasado.

La dinámica es conocida: si las tasas de interés aumentan en Estados Unidos y las oportunidades de inversión allí se fortalecen, la potencia “aspira” dólares y hace más caro acceder a ellos en lugares lejanos del mundo.

¿Significa esto un escenario catastrófico para un país como la Argentina? Para nada, pero un gobierno que en 2016 se endeudó al ritmo más acelerado que se haya visto en la Argentina, al menos desde 1976, es una situación para tener en cuenta.

En ese contexto, la agencia internacional Bloomberg buscó mostrar las dos caras de la moneda en una muy interesante nota en la que se volvió a preguntar si “la fiesta” de los emergentes seguirá o si está llegando a su fin.

Los índices MSCI (ponderador estadounidense de fondos de capital de inversión, deuda, índices de mercados de valores, de fondos de cobertura y otras herramientas de análisis de carteras), en Currency y Bloomberg Barclays, señalaron que las monedas y los papeles de deuda de los países del sur alcanzaron en el último mes su punto más alto en tres años, lo que incluye a un conjunto de naciones en desarrollo que a ese nivel mostraron su mejor desempeño desde 2011.

Algunos analistas piensan que esta fiesta continuará a partir de que los aumentos de tasas de interés en Estados Unidos serían sostenidos pero lentos.

Sin embargo, para otros, el festejo ya está llegando a su fin: “Todos disfrutamos de la fiesta pero este podría ser su último momento y puede haber más volatilidad hacia fin de año”, dijo a Bloomberg Peter Schottmueller, jefe de colocación de activos de Deka Investment GmbH, un operador del mercado con sede en Frankfurt, que tiene a su cargo 7,8 mil millones de dólares.

“El mercado es muy miope y muy enfocado en el corto plazo”, señaló el analista, quien dio a entender así que si se registran situaciones que los asusten, puede darse un abrupto cambio de ánimo entre los inversores.

En la nota, la agencia especializada repasó una serie de puntos a favor y en contra de la tesis de que la buena estrella de los emergentes continuará.

Del lado positivo está la posible recuperación de Brasil, el buen desempeño de papeles africanos y el hecho de que en todos los países emergentes fue buen negocio dedicarse a la bicicleta financiera con las monedas locales, que muestran bajo nivel de volatilidad.

Pero desde el lado negativo se ven altos niveles de exposición al endeudamiento y economías que se expanden a una tasa que es casi la mitad a la que crecían durante la década anterior.

Así, se prevé que si bien queda espacio para que los mercados financieros sigan apostando a los países del sur “no todas las colocaciones se vean como color de rosa”, advirtió la agencia.

“Los inversores pueden volverse más selectivos sobre en qué país o países invertir”, arriesgó otro analista consultado por Bloomberg.

En ese contexto, no suena descabellado que Macri haya ofrecido esta semana una entrevista relativamente larga a ese mismo medio internacional, en momentos en que el país busca entrar formalmente al club de los emergentes.

“Volver al mundo”, como plantea el gobierno, significa, puntualmente, un regreso a los mercados internacionales –sobre todo de deuda– y eso siempre es exponerse a importantes niveles de incertidumbre.