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Al rescate de historias personales

Por Graciana Petrone.- “Crónicas contra el olvido” es el título de una trilogía que reúne, hasta el presente, dos libros en los que el periodista  Chacho Pron pone de manifiesto las historias de tres militantes desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.


chacho-dentroCrónicas contra el olvido es el título de la trilogía que reúne, hasta ahora, dos libros en los que el periodista Ruben Adalberto “Chacho” Pron rescata la historia de tres militantes desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. Carlitos y Mary, publicado en 2013, y Alicia, que vio la luz en marzo de este año, representan un valioso aporte para la construcción del pasado reciente en el país y, en especial, para la comunidad de El Trébol, ya que allí vivieron las víctimas hasta que emigraron a otras ciudades del país, al igual que el autor de estos relatos.

A través de documentos, cartas, fotos, citas bibliográficas y también testimonios de familiares y amigos, el autor indaga en la vida de Carlos Alberto Bosso, de su esposa María Isabel Salinas y de Alicia Raquel Burdisso. Así, traza un recorrido que empieza prácticamente desde su infancia hasta llegar a cuándo, dónde y cómo fue que decidieron ser parte activa del cambio que se vislumbraba en el país en los convulsionados años ‘70.

Las personas desaparecidas (la cuarta es Luis Alberto Tealdi) militaban en distintas corrientes partidarias. Pron asegura que si bien él compartía  ideales no tenían una actividad política en común, aunque sí mantuvo con ellos una relación fluida cuando fundó en El Trébol el periódico Semana Gráfica, ya que Carlos y Alicia fueron colaboradores. “Era una publicación de carácter más bien contestatario –recuerda– y la mayoría de los redactores eran jóvenes de la localidad. A Alicia la traté desde mediados de 1969 hasta fines de ese año cuando se fue a estudiar a Tucumán. Después, nunca más la vi”.

 

Carlos y Mary

 

Carlos tenía un futuro prometedor. Según apunta el periodista en su libro, “era reflexivo”, una de las tantas razones que lo convirtieron en un ser muy querido dentro de la comunidad trebolense. Apenas terminó el secundario, viajó a la capital provincial e ingresó a la Universidad Nacional del Litoral para estudiar ingeniería química. Allí también conocería a María Isabel Salinas, quien sería su esposa y la madre de Mariana, la única hija de ambos.

Pero el joven no pudo recibirse. Mientras militaba en Montoneros y le faltaba sólo una materia para terminar la carrera debió dejar la ciudad de Santa Fe, perseguido por la Triple A. Se radicó entonces junto a su esposa en Rosario, donde vivieron un tiempo en la clandestinidad hasta que el 17 de septiembre de 1977 el matrimonio fue secuestrado y con ellos también la beba. “Los cuerpos de Carlos y Mary fueron encontrados en un campo militar de Laguna Paiva, que además fue el primer predio de enterramiento clandestino perteneciente a las Fuerzas Armadas que se encontró en la Argentina”, señala el periodista.

Tal vez porque todos sabían de la existencia de Mariana o, como indica Pron en su trabajo, que posiblemente los detenidos hayan negociado la restitución con sus captores, es que la niña le fue entregada un domingo a su familia paterna. Hoy tiene 36 años y es a quien el autor le dedicó el libro que cuenta la historia de sus padres, vilmente ultimados por el terrorismo de Estado.

 Quién sabe Alicia, este país

Alicia Raquel Burdisso nació en El Trébol. Los testimonios recogidos por el periodista apuntan que desde chica tuvo un perfil bajo y que mostraba más interés en la lectura que los demás chicos de su edad. Cuando terminó el secundario eligió la ciudad de San Miguel de Tucumán para estudiar periodismo, aunque después se cambió a la carrera de Letras. Allí comenzó una militancia social primero y posteriormente ingresó al Partido Comunista.

“Llegó a niveles impensados dentro de la estructura orgánica para una mujer tan joven. Con 25 años fue presidenta de la Unión de Mujeres de la Argentina, fue además secretaria de prensa del comité provincial de Tucumán del Partido Comunista y también tenía  militancia gremial en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado)”, dice el autor.

Tras un detalle minucioso que reconstruye los momentos de la vida de Alicia en El Trébol, y también en la provincia norteña, Pron relata que una mañana gris de otoño de 1977 la joven “fue levantada por los policías de civil del Servicio de Informaciones Confidenciales (SIC), un organismo paralelo al Departamento de Inteligencia de la Policía de Tucumán mediante el cual las autoridades militares de la dictadura ejecutaban las detenciones clandestinas de las personas que pasaban a ser desaparecidas”.

Los títulos de la colección de Crónicas contra el olvido constituyen un valioso material que aporta elementos desconocidos sobre los militantes. “Siento que no presenté libros sino a tres personas”, dice el autor, para concluir: “Yo tenía con Carlos y Alicia el compromiso personal de rescatar sus historias”.

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