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Acuerdo para importar cerdo de Estados Unidos alerta a productores locales

Desde la Federación Agraria aseguraron que generará “un impacto negativo” sobre los establecimientos porcinos, ya golpeados por carne que llega de Brasil y Dinamarca, el aumento de los costos y la caída del mercado interno.


El presidente Mauricio Macri y su par norteamericano Donald Trump sellaron un acuerdo que abre las importaciones de carne de cerdo desde Estados Unidos. A cambio, el mandatario del país del norte permitirá el ingreso de carne vacuna argentina. El miércoles, el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile confirmó el pacto y generó el malestar de los productores porcinos, ya golpeados por la competencia que llega desde Brasil y Dinamarca, pero también por el aumento de los costos y la caída del mercado interno.

El acuerdo se terminó de definir en la reunión que Macri mantuvo con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en su visita a la Argentina. Si bien el gobierno argumentó que la importación de cerdo no tendrá impacto en el sector, desde la Federación Agraria salieron con los tapones de punta, ya que la misma promesa ya se había hecho cuando comenzaron a llegar los cerdos daneses y brasileños.

En diálogo con El Ciudadano, el director de la Federación Agraria y miembro de la Comisión de Ganadería Porcina de la entidad que nuclea a lo pequeños y medianos productores, Pablo Pailolle, advirtió que “lo que ingresa es más que lo que dice el gobierno” y adelantó que este nuevo acuerdo “tendrá un impacto negativo” sobre los criadores de cerdo, que en el último año ya sufrieron el cierre de la mitad de los establecimientos que había en la Argentina.

Números dibujados

Según las estadísticas del gobierno nacional, la Argentina produjo 522.000 toneladas de cerdo en 2016 e importó alrededor de 50.000, una cifra que equivale al 10% de lo que se produce. Sin embargo, el Observatorio de Importaciones de la provincia de Santa Fe indicó en su último informe que el ingreso de carne de cerdo creció un 76% en el primer semestre del año respecto del mismo período de 2016 y 235% con relación a los primeros seis meses de 2015.

Según Pailolle, el gobierno nacional “miente” con estas cifras. El director de la Federación Agraria señaló que “no se puso ningún tipo de límites a la importación de cerdos de Brasil y Dinamarca”. Incluso, aseguró que, además de carne fresca, llegan productos importados como bondiolas y salamines, lo que también tiene un impacto sobre los establecimientos familiares que se dedican a la manufactura de la carne de cerdo.

Del dicho al hecho

El ministro Buryaile disertó ayer en el precoloquio de Idea, realizado en la Bolsa de Comercio de Rosario. Allí, el funcionario nacional citó una frase de Juan Domingo Perón. “Gobernar es generar empleo”, dijo Buryaile, remarcando que “el complejo sojero no genera empleo, como sí lo hacen las economías regionales”.

El discurso se contradice con las políticas tomadas, no sólo en lo que respecta a importaciones. Según Pailolle, la caída del consumo interno y la quita de retenciones al maíz –que hizo aumentar el precio del principal alimento de los chanchos– se suman a la carne que viene de afuera generando un combo nefasto.

Al anunciar el acuerdo entre Macri y Trump, Buryaile no dio precisiones sobre la cantidad de cerdo norteamericano que se importará, pero los productores temen que se repita lo mismo que los llevó a perder la mitad de los establecimientos, cuando se abrió la importación de Brasil y Dinamarca. “Dibujan los números, lo concreto es que la incidencia en la comercialización supera el 50%”, expresó el productor porcino.

Pailolle conoce la problemática. Se dedica a la cría de cerdos en Arteaga y nota “el descontento” de los productores porcinos por la política hacia el sector. “Hay un malestar muy grande. Macri llegó al gobierno diciendo que iba a desarrollar el valor agregado y estas políticas lo único que hacen es favorecer la sojización”, apuntó.