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Gavilla pesada

Abreviado para un escruchante

Es un joven con pasado en el barra brava de Newell’s que admitió su participación en nueve golpes similares entre fines del año pasado y marzo de este año en el microcentro. Otro de los acusados ya había firmado un acuerdo similar.


Uno de los integrantes de la banda que cometió casi una decena de escruches en el microcentro firmó días atrás un juicio abreviado por el que recibió una condena a tres años de prisión y también se comprometió a pagar 50 mil pesos de resarcimiento, al admitir la responsabilidad como partícipe de una asociación ilícita para cometer 9 robos en propiedades ocurridos entre agosto y marzo pasado, cuando la gavilla fue desbaratada. Otro de los acusados ya había firmado un acuerdo similar.

Un botín millonario, logística, inteligencia previa, medios económicos, vehículos de alta gama y hasta un aguantadero en Suipacha al 1100 habían sido los elementos con que, a criterio de los fiscales Georgina Pairola y Nicolás Foppiani, contó la banda para cometer al menos nueve escruches entre agosto de 2014 y marzo de este año. Una escucha telefónica en una causa sobre abuso sexual dejó la banda al descubierto. El grupo cayó el 21 de marzo pasado, en plena ejecución del robo a una propiedad céntrica. Jorge Alberto P., de 50 años y sindicado cabecilla de la banda; Jonatan Ezequiel F., de 24, señalado como mano derecha del organizador; Cristian De Marco, de 23 –ya condenado– y Jonatan Fernández, de 26, –quien firmó el pasado 30 de septiembre un juicio abreviado–, estos dos como presuntos ejecutores de los robos, fueron detenidos en aquel momento. A su vez, Andrés F., señalado como la mano operativa, se presentó espontáneamente. En 48 horas, el quinteto fue imputado de robo calificado por efracción y por haberse cometido en poblado y en banda, con el agravante de uso de llave falsa o verdadera sustraída. A estos cargos se le sumó el delito de asociación ilícita, calificación confirmada por la Cámara de Apelaciones.

La audiencia por el juicio abreviado a Fernández fue presidida por el juez Héctor Núñez Cartelle y se firmó frente a los abogados defensores, Marcos Cella y Bruno Guastella, y la fiscal  Georgina Pairola. Los hechos por los que lo acusaron ocurrieron en agosto de 2014 en Santa Fe 1063; diciembre del mismo año como partícipe de dos robos en Rioja 765; tres en marzo de este año: uno en Montevideo 769 y los restantes en Santa Fe 853; dos en España al 100 en la víspera de Año Nuevo y uno más en Laprida 882, donde cayó la banda el 21 de marzo pasado. Además de los tres años de prisión efectiva, el imputado se comprometió a pagar un resarcimiento de 50 mil pesos.

El juicio abreviado que firmó Fernández se sumó al acuerdo de Cristian De Marco, el cual se hizo en la feria judicial pasada y recibió una condena a tres años de prisión condicional. Por su parte, Andrés F. sigue relacionado con la causa pero en prisión domiciliaria, mientras que el otro Jonatan y su jefe, Jorge Alberto P., continúan presos. Este último es conocido en las crónicas policiales ya que fue condenado a un año por lesiones culposas luego de que al mando de un BMW embistiera a un taxi en febrero de 2013 en Juan Manuel de Rosas y Pellegrini. Por el caso fueron imputados un policía y dos empleados del Instituto Médico Legal ante la sospecha de encubrir que el conductor manejaba borracho.

Dos salidas sangrientas

Jonatan Fernández se hizo conocido en las páginas del crimen hace cinco años, cuando fue la coartada que presentaron los autores de los disparos fatales que recibió el ex líder de la barra de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos. La noche del homicidio, Jonatan y su hermano estaban en el boliche Bonita y protagonizaron una gresca en el interior del local donde también estaban René “Rana” Ungaro y Carlos “Betito” Godoy, a quienes se condenó como responsables del asesinato de Pimpi. Esa noche de marzo de 2010, los hermanos fueron trasladados a la comisaría 6ª y la pareja de Jonatan llamó a Ungaro en busca de auxilio. Según sus testimonios, Ungaro y Godoy fueron hasta la seccional, lo que luego fue usado como coartada por la defensa en el juicio, aunque el planteo no alcanzó a evitar la condena como coautores del crimen del barrabrava leproso. Jonatan también estuvo vinculado con otra madrugada sangrienta, a finales de febrero de 2011, cuando en un confuso episodio su amigo Diego Orlando Malkovich, de 29 años y conocido como Negro, fue asesinado de un disparo en la cabeza tras un supuesto enfrentamiento con policías en la puerta del boliche Soho, de Salta al 2200. Los uniformados declararon que alrededor de las 3.30 del 24 de febrero de 2011 llegaron al lugar, tras recibir una alerta del 911 por disturbios, y fueron recibidos a tiros por el grupo en que estaba el Negro: Jonatan y Matías M. fueron detenidos.

Malkovich, era uno de los barras rojinegros que respondía a las filas de Diego “Panadero” Ochoa. Tuvo la entrada prohibida al Coloso del Parque y había sido herido en la balacera de febrero de 2010, sobre la autopista Aramburu, a la altura de barrio Las Flores, donde fue asesinado el adolescente Walter Cáceres, de 14 años.

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