Cada vez más trabajadores municipales desisten de realizar horas extras y, en algunos casos, renuncian a las recategorizaciones a causa del pago del impuesto a las Ganancias, según indicó ayer el secretario general del Sindicato Municipal de Rosario, Antonio Ratner, quien anunció que el gremio se encuentra actualmente en estado de alerta y movilización. Y hay más: al descontento por la retención del tributo que deben pagar al Estado nacional se sumó el reclamo al gobierno de la provincia por el aumento de las asignaciones familiares, que actualmente son de 200 pesos, como también de la ayuda escolar.
Cabe señalar que los empelados de planta permanente y transitoria de la Municipalidad suman alrededor de 12 mil y, en tal sentido, Ratner aseguró que un 30 por ciento de ellos hicieron expresa su decisión de rechazar alguna mejora por temor a que ese incremento se lo lleve el impuesto a las ganancias. “Hoy, una suba de categoría se traduce en peores salarios porque lo que puede beneficiar un escalafón más en sueldo se lo lleva el Estado. Además, ya no hay interés en realizar horas extras porque también pasa que lo que uno puede mejorar en ingresos va a parar a las arcas del Estado”, subrayó.
En cuanto al reclamo por el aumento de los beneficios sociales, el gremialista anunció que todos los sindicatos de trabajadores municipales de la provincia se declararon “en estado de alerta”, después de que la Federación de Trabajadores Municipales (Festram) mantuviera diversos encuentros en las últimas semanas, tanto con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Julio Genesini, como con otros funcionarios provinciales, sin recibir una respuesta concreta a sus demandas”.
“Actualmente, por la ayuda escolar de un hijo que asiste a la escuela primaria los trabajadores cobran 3 pesos por mes y los secundarios, 4,50. Es completamente irrisorio, finalizó”.
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