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Aumenta el consumo de droga en América latina

Brasil y Argentina son los mercados más grandes con más de 900.000 y 600.000 consumidores.

Por: Nicolás Tereschuk / NA

El mapa mundial de la producción y consumo de drogas se modifica sin cesar, lo que genera un impacto importante en los países en desarrollo y toca muy fuerte a América latina.

La advertencia que surgió del “Informe Mundial sobre las drogas 2010” publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) implica la necesidad de pensar en mayores niveles de cooperación y políticas innovadoras para los países de la región.

Los movimientos que detecta la ONU son claros: por un lado, América del Norte sigue al frente del consumo de cocaína a nivel mundial, pero allí la demanda ha descendido, mientras que en Europa aumenta.

En concreto, se consume ahora el doble de cocaína que hace una década en Europa.

Ese descenso en el consumo en Estados Unidos tiene un impacto impresionante hacia el sur: por lo pronto en México los carteles de la droga ponen en jaque a varios Estados de ese país con una lucha sangrienta por un mercado que se achica.

Al mismo tiempo, en América latina, se detectaron aumentos de consumo en la Argentina, pero también en Venezuela, Ecuador, Brasil, Uruguay, Guatemala, Honduras, Jamaica y Haití.

El mayor índice de prevalencia en el uso de cocaína se detectó en nuestro país y Chile, con índices comparables a los de Estados Unidos.

En ese contexto, Brasil y Argentina son los mercados más grandes en términos absolutos de América del Sur, con más de 900.000 y 600.000 consumidores respectivamente.

En tanto, la Argentina también quedó entre los países de la región en los que aumentó el decomiso de drogas ilegales.

Por otra parte, la ONU indicó que el cultivo de las plantas que sirven de materia prima para la fabricación de drogas disminuyó en Afganistán (opio) y en los países andinos (coca).

De todos modos, el consumo y producción de drogas sintéticas aumentó.

En declaraciones a la prensa, el director del organismo a cargo del informe, Antonio María Costa, advirtió que “los países más pobres no están en condiciones de absorber las consecuencias del abuso del incremento del consumo de drogas”.

“Los países en vías de desarrollo se enfrentan a una crisis en ciernes que esclavizará a millones a la miseria de la dependencia de estupefacientes”, advirtió.

En una declaración contundente, el funcionario sostuvo que “a no ser que nos ocupemos eficazmente de la amenaza que supone la delincuencia organizada, nuestras sociedades serán rehenes y la fiscalización de la droga quedará neutralizada”.

También señaló que se debe encarar “más seriamente la prevención y el tratamiento de la drogodependencia”.

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