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Todos contra la hepatitis

Mañana, en conmemoración del día mundial de la enfermedad, se brindará información en distintos puntos de la ciudad con el fin de concientizar a la gente sobre las terribles consecuencias de este mal.

La hepatitis es una enfermedad que, según el virus que la desencadene, puede ser curable, crónica e incluso mortal. Desde hace años un grupo de trabajadores de la salud y médicos buscan obtener una ley nacional que obligue al Estado a solventar el tratamiento de los enfermos. Mañana se conmemora el día mundial de esta enfermedad y, en el marco de una serie de actividades encabezadas por Edith Michelotti y el gastroenterólogo Hugo Tanno, se buscará concientizar a la gente de las consecuencias que puede tener la enfermedad en cada paciente, como así también tomar las medidas de prevención necesarias para que no se propague en la población.

“Hoy por hoy, sólo el 2 por ciento de los enfermos sabe que tiene hepatitis. Tenemos que salir a buscar al otro 98 por ciento y ayudarlo a realizar su tratamiento. El tratamiento cuesta 140 mil pesos anuales y las obras sociales pretenden dar la espalda a esta necesidad”, afirmó Michelotti a El Ciudadano. La mujer, quien contrajo hepatitis hace varias décadas mientras se desempeñaba como obstetra, lleva años al frente de la agrupación HCV Sin Fronteras. La organización, cada primer martes de mes, brinda asesoramiento y charlas a quienes se acerquen al auditorio de la sala 15 del Hospital Centenario (Urquiza al 3100). Allí médicos, estudiantes de Ciencias Médicas y público en general se informan sobre las causas y consecuencias de los distintos tipos de hepatitis.

“Me enteré recién 20 años más tarde que tenía la enfermedad; de todas formas, por aquellos años no existían las medidas de bioseguridad necesarias para evitar la enfermedad, ni siquiera se conocía la existencia del sida”, comentó.

Informar a la población

En tanto, sobre las actividades a realizarse en el marco de esta jornada mundial de la hepatitis, la mujer comentó que se tratará de “una actividad comunitaria” con reparto de volantes, apoyos de información por medio de afiches y charlas al paso y colecta de firmas para apoyar el proyecto de Ley Nacional para las Hepatitis Virales Crónicas, presentado el 5 de octubre de octubre de 2009 en el Congreso de la Nación. La iniciativa insta al gobierno a tomar cartas en el asunto sobre el tratamiento a realizar para curarse de cualquiera de los tipos de esta enfermedad que hoy afecta a una cifra diez veces mayor que el sida.

Asimismo, Michelotti se mostró satisfecha por saber que en la próxima asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a realizarse este sábado, se tendrá en agenda las problemáticas de la hepatitis. “Ahora sí que los gobernantes no podrán seguir mirando al costado”, señaló.

Al respecto, el doctor Hugo Tanno, jefe de la sala de gastroenterología del Hospital Centenario, expresó: “En un solo día (como este miércoles) la sociedad civil debe enterarse de las consecuencias de este mal. Por un día, el mundo entero va a informar sobre la hepatitis y tenemos la fuerza de ser escuchados. Es increíble que las autoridades de la salud en la Argentina ignoren esta enfermedad. Se necesitan más esfuerzos médicos para atender a tantos pacientes y para la prevención de tanta gente”.

Luego recordó que hace 30 años “sólo se hablaba de hepatitis B, luego apareció la A. Más allá de la omisión de las autoridades, hay que destacar que se padece un desconocimiento importante sobre cómo afecta esta enfermedad a los pacientes”.

Además, Tano explicó: “La hepatitis A se cura en un 100 por ciento; la B tiene un gran porcentaje de cura, con un tratamiento adecuado, pero hay otros que la padecen crónicamente, que integran el 5 por ciento. En cambio, la hepatitis C no acusa síntomas y el enfermo pocas veces se entera de su enfermedad. Hay un gran porcentaje que deriva en la cronicidad de la enfermedad y eso puede desencadenar en cirrosis o cáncer hepático”.

“De la misma manera –siguió–, hoy la hepatitis A está en vías de extinción gracias a la vacuna. Es necesario, para ello, que los jóvenes se realicen chequeos médicos para poder vivir su sexualidad a pleno. Los tratamientos son muy costosos pero el peor de los casos es el de aquellos que no cuentan ni siquiera con una obra social que se haga cargo de los mismos”.

Michelotti advirtió: “El problema de la hepatitis B es que se contagia por medio de las relaciones sexuales y existen vacunas para evitar el contagio, pero no se les da difusión ni bolilla. En la Argentina se vacunan a los niños apenas nacen, pero para qué si no van a tener relaciones sexuales en su cuna, deberían vacunarlos cuando están por entrar a la escuela secundaria, o bien a sus 11 años, porque no olvidemos que muchos chicos, como los limpiavidrios de las agencias, no van al colegio y ellos no pueden quedar fuera de esta prevención”.

Paralelamente, apuntó que se suelen registrar muy pocos caso (“afortunadamente”, señaló) en los que se transmite la hepatitis B de madre a hijo, durante el embarazo.

Por su parte, Tanno marcó la discriminación que se realiza en el ámbito de la salud: “Un paciente que tiene HIV recibe medicación de parte del ministerio nacional. Si a su vez también padece de hepatitis B o C, se le entrega la medicación adecuada. Ahora bien, si el paciente no tiene HIV y sólo tiene hepatitis B o C, no recibe medicación alguna. Llevo años como médico y jamás encontré la explicación a esta aberración”, sostuvo.

En tanto, anheló que en diez años “ya no tengamos que hablar de esta enfermedad”.

Actividades de mañana

Luego de publicar el libro creado por Michelotti, Enemigos Silenciosos “on line”, se disertó sobre la enfermedad ante un centenar de estudiantes de Ciencias Médicas con el fin de sumar voluntarios para la campaña que tendrá lugar, en mayor medida, el día de mañana.

Asimismo, se brindará información a la población sobre el especial proyecto a concretarse sobre la creación de un 0800 para responder sobre Hepatitis Virales que se encuentra en trámite con la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.

También se comunicará a la población sobre la compra de un aparato de última tecnología gracias al esfuerzo del Centro de Tecnología en Salud Pública del Hospital Centenario.

El mismo estará destinado a la realización de los estudios posteriores a la detección del virus de la hepatitis B y C cuyo costo actual en forma privada ronda los 1.650 pesos  y podrá brindarse en forma gratuita a todo el país, “si el Ministerio de Salud Pública de la provincia y/o de la Nación proveen los insumos necesarios para su concreción”, según explicó Michelotti.

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