Espectáculos

Relatos de una mujer emancipada entre el género y la denuncia social

Se presentará este miércoles en el Castagnino la reedición de “Los treinta dineros”, de Rosa Wernicke, editado por Baltasara editora. El libro de 1938, tenía en su portada una ilustración de Julio Vanzo.


Por Javier Hernández

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A pocos días de haberse conmemorado el día internacional de la mujer, Baltasara Editora presentará este miércoles la reedición ampliada de Los treinta dineros de Rosa Wernicke (1907-1971). El encuentro que tendrá lugar a las 19, en el Museo Castagnino (Pellegrini y Oroño), contará con la presencia de la directora de la editorial, Liliana Ruiz; la directora del Museo Castagnino, Marcela Römer; la escritora, periodista y crítica de arte Beatriz Vignoli, y los historiadores, prologuistas a la nueva edición, Diego Roldán y Cecilia Pascual.

Este libro que permitirá acercarse a una de las plumas más importantes que tuvo la literatura local es parte de la Colección Patrimonio de la editorial que tiene por finalidad recuperar y poner en valor obras publicadas por autores de la década del 30 al 50 que vivieron intensamente sus días en la ciudad.

“Hace tiempo venía viendo que faltaba en Rosario –o la ciudad se había olvidado– de muchos escritores que fueron muy valiosos. Todos esos autores (de la colección) son muy conocidos y van desde Fausto Hernández hasta Hernán Gómez y forman parte de una generación que barre la franja del 30 al 50”, contó en diálogo con El Ciudadano Liliana Ruiz, la responsable de esta nueva edición, hija del primer editor del libro de Los treinta dineros, Laudenio Ruiz.

“Soy una mujer más, que escribe en lugar de tejer medias”, proclama la autora del libro en una suerte de fugaz repaso biográfico –hallazgo fechado en 1941 y publicado en la revista Paraná, que Ruiz eligió para describir a la autora– y reproducido en las solapas del libro. Y profundiza: “¡Es una lástima! Pero yo creo que una mujer lo mismo puede escribir perfectamente una novela o un cuento, como tejer un par de medias. Será menos útil pero es más divertido. Las medias son el cuento de las verdaderas piernas. El cuento es el par de medias de la verdad”.

“En el fondo, esta mujer es una incógnita. Estuvo casada y abandonó a su marido, a principios del 30 para irse con (Julio) Vanzo; para la sociedad de ese momento era una persona de avanzada”, analizó Ruiz. Sería justamente este artista rosarino quien retrataría a Wernicke en reiteradas ocasiones, la más famosa –quizá–  la que se expresa en El Saco Rojo, cuadro perteneciente a la colección del Castagnino y que desde esta tarde se podrá volver a visitar en el histórico museo de arte. Sobre un diálogo interdisciplinario, “ella pasa a ser su musa inspiradora y ambos actúan como un bloque. Para el que lo analiza desde el punto de vista de la crítica de arte y mira la literatura creo que hay un paralelo. Los temas tienen que ver”, dijo Ruiz.

Wernicke y Vanzo también formarían parte de un grupo de pensadores unidos por cuestiones ideológicas comunes, “antifascistas ante todo”, dice Ruiz, y avanza: “Con una visión del mundo un poco más abierta que el resto de las personas de su época”.

Publicada originalmente en 1938, esta serie de once cuentos es una colección protagonizada por “las más siniestras pasiones de los hombres: la ambición, el egoísmo, el odio, la venganza y el engaño. Pero también aparecen las obligaciones morales, frecuentemente extremadas por la sumisión, el fracaso y el absurdo. Atrapados por la ambigüedad de un pasatiempo forzoso o una obligación placentera, deberes, cargas y compromisos son asumidos con la irracionalidad de un fanatismo radical o el abandono de un ascetismo autodestructivo”, describen los prologuistas.

Sobre una serie de historias que según la editora Liliana Ruiz giran alrededor de hechos que “se dieron en ese momento del país y el mundo”, en Los treinta dineros Wernicke explora la relación entre los agentes sociales y los géneros. “Es bueno rescatar este libro porque es el primero en empezar a hacer una denuncia social; creería que, incluso en el país, es la primera mujer que escribe sobre la realidad social que se estaba viviendo en aquella década del 30”.

Símbolo de paga del traidor

Con una ilustración de Julio Vanzo, en 1938, la Librería y Editorial Ruiz presentó Los treinta dineros. “La portada de la edición original está dominada por una moneda de plata, el símbolo de la paga del traidor”, describían Diego Roldán y Cecilia Pascual, los historiadores que prologan estos cuentos. Sobre la elección de esta inauguración, para Ruiz todo se debe a que Wernicke trasciende lo meramente literario: “Ella es mucho más porque va denunciando cosas a través de estos y otros cuentos”. Y también lo argumentan Roldán y Pascual para quienes la autora “percibe y anota el permanente dislocamiento y (re)negociación de las relaciones entre los agentes sociales y los géneros; la psicología atormentada y la vida en ruinas de sus personajes son el producto de un proceso material de modernización tan inexorable como incomprensible para quienes lo encarnan y padecen. Wernicke almacena con cuidado esos tópicos que nutrirán las páginas de su literatura”.

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