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Capacitan para prevenir la salud física y emocional del niño

Por Paola Cándido.- En marzo comenzará a dictarse en el Hospital Español jornadas de puericultura inéditas en el interior.


A partir de marzo comenzará a dictarse en el Hospital Español, ubicado en Sarmiento 3150, la primera capacitación semipresencial del interior del país en puericultura, una especialidad de salud que apunta a la prevención primaria de la salud física y emocional del niño. El curso será dictado por las docentes de Capital Federal Susana Fleischmann y Violeta Vázquez y tiene como objetivo formar especialistas en lactancia y crianza con habilidades para el trabajo en instituciones, clínicas, jardines de infantes, consultorios y domicilios. Además, se busca acercar la especialidad a profesionales que se encuentren trabajando con madres, mujeres y niños, brindando los conocimientos necesarios para promover, acompañar y facilitar todo lo inherente al nacimiento, parto, lactancia y crianza del recién nacido hasta los dos años o más. Violeta Vázquez, directora de la Escuela Panza y Crianza, cuenta las virtudes de la puericultura.

—¿Qué es la puericultura y qué rol cumple?

—Trabaja en todo lo que se refiere a la lactancia y a la crianza. Por lo que debe tener en cuenta las necesidades del recién nacido y el medio que lo rodea aún desde antes del nacimiento. Contiene, escucha, observa y brinda ayuda externa sin interferir en el vínculo madre–hijo. Además, la lactancia natural es la continuación del embarazo y del parto, y la alternativa más saludable para las mamás y los bebés.

—¿Cómo se desarrollará la capacitación?

—Será la primera con modalidad semipresencial e intensiva para el interior del país. Este es el primer año que se dictará en el Hospital Español de Rosario, en conjunto con el Servicio de Puericultura que inauguramos también este año en el mismo centro para todas las madres y bebés que nacen allí.

—¿Cuánto dura la capacitación?

—Un año y medio, son 15 módulos mensuales y consta de etapas prácticas y teóricas con sus respectivas evaluaciones. Además, al final del curso el alumno deberá presentar un trabajo práctico de investigación para recibir el certificado de aprobación.

—¿Cómo se iniciaron en esta disciplina?

— Con Susana dirigimos un proyecto llamado “Panza  y Crianza que atiende familias en Buenos Aires y hoy somos las directoras de la Escuela de formación profesional en Puericultura y Familia para el interior del país, con sede en el Hospital Español de Rosario. La idea de inaugurar una formación de puericultura en Rosario nace de la inquietud que sentía cada vez cuando viajaba a Rosario a ver a mi familia, con mi hija chiquitas y me daba cuenta del vacío que había en el acompañamiento a las familias durante la lactancia. Si bien vivimos en Buenos Aires, con Susana queríamos que la realidad de nuestra profesión en Capital se trasladara a todo el interior. Hicimos base en Rosario por ser mi ciudad de origen, pero al ser de modalidad intensiva y semipresencial, la idea fue poder convocar a personas interesadas en todo el país. Quisimos tener un punto accesible para todo el país, por lo que emprendimos este proyecto en Rosario, para facilitar el acceso de toda persona interesada en estudiar y formarse en puericultura.

—¿Cuál es la particularidad de este curso?

—Este año, un equipo de seis egresadas ofrecen el servicio de puericultura en el Hospital Español. Susana y yo vamos a dictar la capacitación teórica-práctica. Es imposible enseñar crianza, lactancia y maternidad sin que te toque en lo individual, en el niño interno y en la realidad de nuestra propia crianza. Lo que esperamos es seguir formando profesionales entregadas, amorosas, respetuosas de la historia de cada mamá y de cada bebé y sobre todo muy preparadas para afrontar cualquier dificultad en torno a la lactancia y a la crianza del niño pequeño. Hay 50 vacantes, el curso comienza el sábado 9 de marzo y pueden inscribirse a info@panzaycrianza.com.ar

—¿Qué proyectos tienen?

—El de este año consiste en ofrecerle a las alumnas una capacitación integral, y luego ampliar nuestra llegada en la región contando con puericultoras recibidas que puedan atender a las familias en sus domicilios, en consultorios y en instituciones educativas como jardines maternales, así como participar de la generación de grupos de apoyo para embarazadas y mamás con bebés. Ojalá el día de mañana sea una profesión reconocida por las obras sociales, para que toda mujer pueda acceder a una puericultura. Todavía no existe la matrícula profesional en puericultura en ningún punto del país, por lo que queda mucho camino por correr. Personalmente, ver cada día a una nueva madre teniendo a su bebé en brazos, pudiendo amamantarlo, mirarlo y sostenerlo es un nuevo milagro. Hoy, ver crecer esta capacitación me genera una sensación parecida, de amor y de emoción. Queda pendiente para próximos años tener un espacio propio en los medios para difundir “la maternidad real” que poco tiene que ver con lo que nos muestran las revistas, y así sentirnos todas las mamás un poco menos exigidas y más acompañadas.

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