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Casi el 50 por ciento de los niños rosarinos sufre de sobrepeso

Por Laura Hintze.- Lo afirmó el doctor Javier Chiarpenello, quien se encuentra a cargo de la Unidad Infantil del Hospital Centenario.


Casi el 50 por ciento de la población infantil rosarina tiene sobrepeso; mientras que entre un 20 y 25 por ciento padece obesidad. El dato lo brindó el médico endocrinólogo Javier Chiarpenello, a cargo de la Unidad Infantil del Hospital Centenario. Esta realidad, a la que él mismo calificó de “alarmante”, conlleva otra problemática propia del sobrepeso y la obesidad: alteraciones hepáticas, insulina en sangre, riesgo de diabetes, riesgo cardíaco y de hipertensión, nódulos en tiroides y triglicéridos altos, entre otros. “Vemos enfermedades o síntomas de adultos en los niños”, resumió el médico.

Parece la descripción de lo que se acostumbra a ver y escuchar sobre las enfermedades del primer mundo: población infantil con sobrepeso como consecuencia del sedentarismo, la comida chatarra, las horas frente a la PC. Sin embargo, pasa en Rosario; con chicos de todas las clases sociales, de entre 3 y 14 años. “Es el inicio a tendencias como el aumento del colesterol, de la insulina en sangre, el depósito de grasa en el hígado y hasta alteraciones en la glándula tiroides”, describió Chiarpenello.

Hace poco más de un año que un grupo de seis profesionales del Hospital Centenario, con Chiarpenello a la cabeza, está llevando adelante una serie de estudios y relevamientos con chicos obesos y con sobrepeso, con el fin de encontrar medidas de prevención a partir de las cuales esta tendencia pueda revertirse. “Trabajamos con chicos de 3 a 14 años. Los dividimos en primera infancia, segunda infancia y adolescencia, para ver si hay una diferencia en los grupos etarios, pero prácticamente no la hay. Ya desde la segunda infancia (6, 7 años) empezamos a ver cómo empiezan a expresarse los daños metabólicos producto del sobrepeso; incluso también en chicos más chiquitos”, explicó Chiarpenello.

A partir de los estudios realizados, una de las primeras conclusiones que se sacaron es que los organismos de estos niños empiezan a “tener una resistencia a la salida del azúcar de la sangre”, lo que predispone a que a los 20 o 30 años estas personas tengan diabetes. “Hoy ya se habla de diabetes tipo 2 en niños. Una enfermedad que tendrían que tener a los 60 años, que afecta al hombre adulto con muchos años de sobrepeso, está empezando a aparecer en chicos de 10 o 14 años. Dentro de 20 años esas personas tendrán daños irreversibles a nivel de los vasos sanguíneos, de la vista, en el aspecto renal, etcétera”, sostuvo el médico.

Otro de los datos relevantes que salió a la luz el análisis que realizó Chiarpenello, y del que existen pocos estudios, es la predisposición del chico obeso a hacer nódulos tiroideos. “El nódulo tiroides en la población infantil tiene muchísimas más chances de ser maligno. Si bien el cáncer de tiroides tiene muy buen pronóstico, el grado de malignidad es mayor en las primeras edades”, advirtió. También hay que tener en cuenta que en estos casos el colesterol y los triglicéridos suelen estar aumentados; los últimos, explicó Chiarpenello, son un marcador de daño hepático y de depósito de grasa en el hígado.

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