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Cantilo: “Hay que vivir el aquí y ahora y a eso apunta este disco”

Por: Javier Hernández.- La cantante habla de su nuevo trabajo, úndecimo de su carrera, que se presentará con un corncierto en Rosario. Dedicado al amor incondicional, el álbum busca instalarse en el presente, algo que para la cantante “es lo más difícil del mundo”.


A poco de su visita como madrina del Festival Late! Rosario, Fabiana Cantilo vuelve a la ciudad para reencontrarse con sus fans en una noche que promete ser de alto vuelo melódico, y cuando, a partir de las 21.30, dará a conocer Ahora, su último disco, undécimo de su carrera. Inmejorable, la voz femenina del rock nacional repasará su carrera en un espacio que despunta por su gran acústica: el Auditorio Fundación Astengo (Mitre 754).

Espontánea y honesta como siempre, Fabi mantuvo un relajado diálogo con El Ciudadano en el que contó detalles de cómo fue naciendo Ahora; también habló de su participación en la novela de Telefé Graduados, y guardó espacio para referirse a Charly García y a su “incondicional” amigo Fito Páez. “Tiene unos huevos de oro y se la re banca; ese chico es especial más allá de lo que ustedes ven”, opinó sobre este último.

—Segunda visita en meses. ¿Te gusta Rosario?

—Todo el interior. Me gusta tocar en todos lados pero el interior tiene muy buena onda.

—Ponés la foto de un cuadro tuyo como portada del disco. ¿Tiene título?

—Mirá qué buena pregunta: no, no tiene nombre. No le pongo nombre a mis cuadros ni los firmo. En una exposición reciente lo firmó mi viejo por mí.

—¿Sobre qué quisiste indagar a la hora de pensar el disco?

—No pensé en nada. Yo empiezo a componer, junto los temas que me van gustando y listo. Había un montón de cosas, música electrónica en ingles que luego pasé al castellano; temas antiguos que hice cuando fui a Cuba; otros nacidos en Uruguay. En este disco hay de todo, canciones de varias épocas de mi vida. Ahora es un disco con una mezcla de canciones de aquí y de allá, y no pensé en nada más salvo en no ponerme a mí en la portada. Qué buena la pregunta por el nombre del cuadro, ¿sabés cómo se llama?

—¿No era que el cuadro no tenía nombre?

—¡Ahora sí! Se llama Resurrección, se lo acabo de poner. Algo como la resurrección.

—El disco se iba a llamar “Yo soy”; ¿tiene algo que ver con esa idea de “resurrección”?

—¿Cómo sabés que se iba a llamar así? (risas). “Yo soy” es una cosa muy fuerte e importante como para defenderla, y siento que tenía que saber mucho más de cuestiones espirituales. Ahora lo sugirió mi mamá, pero yo también lo pienso: creo que ahora hay que vivir el ahora. Y a eso apunta el disco, al aquí y ahora, que es lo más difícil del mundo.

—El álbum, además, lo dedicas al “amor incondicional”…

—Sí señor: algo que también quiero alcanzar. Ahí somos felices todos. El amor incondicional es el amor a los hijos, a los perros; en las parejas es un quilombo pero cuando se logra es genial.

—Las cosas no siempre son tan complicadas y uno las termina enredando…

—Pero tienen que ver con el lugar en el que está parado uno, depende de qué energía estés usando. Si estás usando la energía de los primeras tres chakras (centros energéticos del cuerpo humano donde el primero remite a la energía y el deseo de vivir en la realidad física, el segundo tiene que ver con la calidad del amor hacia la pareja, y el tercero con la autoestima, acción, vitalidad, placer y extroversión, sabiduría espiritual y conciencia de la universalidad de la vida y del propio sitio dentro de ella) o la de los otros: el amor, el corazón… ahí vas a ir para un lugar mejor. Hay que subir la vibración y todo eso se logra siendo una buena persona. Para mí también. Todo el mundo se da cuenta: hay soberbios y egoístas que se creen que son buenos en lo que hacen y no es tan así, después se dan cuenta. No hay que creérsela.

—¿“Ahora” es un disco autobiográfico?

—Autobiográfico siempre son los discos, porque hablo de mí, pero a veces no lo hago.

—¿Cómo viviste tu participación en “Graduados”?

—Estuvo buena; lo que hice fue muy natural pero también tuvo que ver con que estaba haciendo de mí.

—Abriste el camino y al poco tiempo se sumó Charly…

—Un copión. No lo vi. Como él me vio fue también (risas). ¿Estuvo bien?, ¿lo viste?

—No fue tan natural…

—Lo que pasa es que yo soy buena actriz (risas).

—¿Lo ves seguido a Charly?

—No lo estoy viendo.

—¿Por qué?

—Porque no. Me parece que el está en una frecuencia y yo en otra.

—¿Y a Fito?

—Sí, a Fito lo veo, haga lo que haga, diga lo que diga; lo quiero incondicionalmente porque viví con ese muchacho y sé por las que pasó, y yo las pasé al lado de él. Después de ver a una persona que pasó por lo que él, le perdono todo porque tiene unos huevos de oro; se la re banca. Ese chico es especial, mas allá de lo que ustedes ven. Lo quiero y le debo mucho. Y le pedí perdón porque cuando tuve que bancarlo no lo hice del todo. Tuvo que aguantarme cada cosa… pero estuve con él; yo no escapé, me quedé a su lado como era yo. Él hace música de lo que le pasa, hace libros y películas, y mantiene a dos matrimonios además de un estudio alucinante. Y me alegro que esté bien porque es una persona que no comete excesos y se la re banca. ¡Aguante Fito!

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