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“Su muerte fue un dolor y un orgullo muy grande”

Por: Luciana Sosa.- El hermano de Mónica, Alfredo Vázquez, era aviador y murió el 8 de junio de 1982 en las islas Malvinas.


El viernes, durante el acto realizado en el Liceo Aeronáutico de Funes, se entregó la pensión de Honor de Veteranos de Guerra de Malvinas a la hermana del teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez, a 30 años de su desaparición en Malvinas.

Tres décadas más tarde del deceso de Vázquez, el gobernador Antonio Bonfatti fuel encargado de dar la buena noticia a la familia: se había hecho justicia y se reconocía la lucha del teniente y el saldo de toda una nación con sus deudos.

Vázquez era aviador y practicó natación en el Club Provincial de Rosario, donde era conocido por sus amigos como “el gordo Vázquez”. El teniente murió en acción el 8 de junio de 1982.

Hasta ahora, la única respuesta que se tuvo sobre la tardanza de dicha pensión a su familia fue la que dio Antonio Bonfatti a El Ciudadano: “La pensión de Malvinas fue por un error de la burocracia porque no se tenía el domicilio final de los deudos en la provincia de Santa Fe. Por suerte se hizo justicia y su madre ya recibió hace un tiempo el decreto y su hermana, docente del Liceo, recibió la mención de esta pensión. Nos pareció que se debía hacer justicia porque era un rosarino. Tardó, pero hoy se hizo oficial”.

Mónica Vázquez, hermana del teniente, fue la encargada de recibir la oficialización de dicho reconocimiento y dialogó con este medio sobre el orgullo que ha representado para su familia que el aviador haya luchado por la soberanía de las islas.

—¿Cómo se recibe la pensión por la muerte de tu hermano, 30 años después?

—Como todo en la vida, creo que todo llega y eso llegó. Se hizo justicia y logramos esta pensión que agradezco eternamente al gobernador Bonfatti y a todos los que colaboraron para que se concrete. El resto es dinero que viene pero necesitábamos el reconocimiento de la lucha de mi hermano. Él era rosarino, y al irse a vivir a Villa Reino, en San Luis, pensamos que era una injusticia que mi madre no reciba esta ayuda.

—¿Considerás que el recupero de las islas hoy está más presente en la agenda pública?

—Prefiero no hablar de los discursos políticos, pero en cuanto al pueblo siempre estuvo presente, aún en épocas difíciles del país. Puede ser que hoy se trate y se hable más del tema, pero seguimos con el orgullo de saber que mi hermano dio la vida por la patria. Él comenzó a trabajar por ello desde los 16 años y bueno, cuando recién hubiera cumplido 54, logró el reconocimiento.

—¿Recordás cómo recibieron la noticia de que tenía que ir a Malvinas?

—En realidad nos enteramos cuando fue desplegado a Malvinas, había salido desde San Luis. Pero un tiempo antes había estado en Rosario y se despidió de absolutamente toda la familia. Recuerdo que fue a visitar a unos primos que hacía tiempo no veíamos pero que viven en un pueblo cercano, inclusive a una prima que vivía aquí en Rosario, no se fue hasta que la encontró. Así que hoy te puedo decir que, sin querer, se despidió de sus seres queridos, tal vez era un presentimiento de que algo le iba a pasar. Tuvo las ganas y el deseo de despedirse de todos.

—Y tras esa, ¿pérdida cómo llegaste a ser docente del Liceo?

—Trabajaba en Buenos Aires y vine por cuestiones familiares a Rosario y fui a la Fuerza Aérea, desde 1984 estoy trabajando como docente de inglés. Estoy feliz y agradezco a la Fuerza Aérea el apoyo que le ha dado a mi familia y también por haberme dado la oportunidad de ejercer una profesión que adoro.

—Veo que toda tu familia se ha dedicado a la patria

—Sí, es así, inclusive tengo otro hermano que es teniente coronel del Ejército, en Comodoro Rivadavia. De todas maneras, con Alfredo nos llevábamos apenas 16 meses. Éramos como mellizos, mi mamá nos vestía iguales. Su muerte en Malvinas fue un dolor y un orgullo muy grande.

—¿Si hubiera una nueva guerra por la recuperación de las islas, los Vázquez volverían?

—Mi otro hermano tiene dos hijos y no sé qué harían ellos, pero sí te aseguro que mi hermano no dejaría de ir a pelear por ellas. Fuimos criados por nuestros padres con la lealtad, con la verdad, la honestidad, con ser buenas personas.

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