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El cine británico encara por primera vez la vida de Margaret Thatcher, quien fuera su primera ministra entre 1979 y 1990, en La dama de hierro, película dirigida por Phillyda Lloyd, con Meryl Streep, que se estrena hoy en los cines locales. De este modo, la autora de la versión cinematográfica del musical ¡Mamma mía!, de una puesta de la ópera Macbeth y del telefilm Gloriana, sobre la reina Isabel I de Inglaterra, debuta en su primer largometraje para cine.
La idea de la guionista Abi Morgan, también autora del film independiente Shame, era repasar la historia de Thatcher desde el presente, a los 87 años, afectada por la enfermedad de Alzheimer. De este modo, considerada una de películas más esperadas del año, y candidata a dos premios Oscar de la Academia de Hollywood, La dama de hierro podría definirse como una “biografía fílmica” sobre la vida de la polémica Thatcher.
La producción se centra en los principales hitos en la vida de la mandataria, quien logró superar todos los prejuicios de género y de clase, o al menos supo cómo enfrentarlos, hasta llegar a ser la primera mandataria de su país.
Si bien están representados todos los momentos clave de su gobierno, con un país cercado por la crisis económica y las amenazas terroristas, el film también busca mostrar a la mujer detrás de la figura política.
Autoritaria y tenaz, pero también inteligente y compleja, Thatcher generó odios y amores en su largo período al frente de Reino Unido, de más de una década.
Sin ser un documental, la película busca ser fiel a la realidad y consigue sorprender gracias al increíble trabajo de Streep, quien se mimetiza por completo en el rol.
De hecho, por este papel, la intérprete es la favorita para ganar su tercer premio Oscar a mejor actriz protagónica en la próxima edición de los galardones de la Academia de Hollywood, que se entregarán en Los Ángeles a fines de este mes.
Las primeras imágenes del film muestran a Thatcher “perdida” en la Londres de hoy, y atrapada en una soledad desesperanzada, con medicaciones que la mantienen mínimamente a flote y una actividad limitada a comer y dormir, que se confunde con sus propias pesadillas, en las que pasado y presente se yuxtaponen.
Personaje desagradable para el mundo progresista de la segunda mitad del siglo XX, Thatcher supo hacerse odiar, en la cámara baja, a finales de la década del 70, y como primera ministra, período en el que enfrentó no sólo crisis como consecuencia de su política ultraconservadora sino, además, la Guerra de Malvinas.
Salas: Showcase, Village, Monumental.
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