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Las provincias en su laberinto

Los gobiernos provinciales vieron complicar nuevamente su situación fiscal en 2011.

Por Marcelo Capello*, especial para El Ciudadano.- Los gobiernos provinciales vieron complicar nuevamente su situación fiscal en 2011, año en el que el Ieral estima un desequilibrio primario del 0,3 por ciento y un déficit financiero del 0,6 por ciento del PBI, respectivamente. Estrictamente, el resultado fiscal viene empeorando sistemáticamente en provincias desde 2004, año en que se había obtenido un superávit primario del 1,4 por ciento. En 7 años, el conjunto de provincias ha perdido prácticamente 2 puntos del PBI en su resultado fiscal. Huelga decir que los gastos aumentaron más que sus ingresos desde 2004, con una suba nominal acumulada del 488 por ciento entre aquel año y 2011, frente a un aumento del 409 por ciento en los ingresos en el mismo período.
La mayor incógnita para 2012 tenía que ver con la posibilidad de servir los compromisos por deudas, dado que el conjunto de provincias debía pasar de pagar alrededor de 15.000 millones de pesos en servicios de deuda en 2011 a algo más de 22.000 millones de pesos en 2012, con un resultado fiscal con inercia creciente al déficit. Ante esta disyuntiva resultó importante para las jurisdicciones provinciales el acuerdo logrado en diciembre pasado por el cual posponen por otros 2 años el pago de servicios de la deuda al gobierno nacional. De todos modos, aun con el acuerdo alcanzado, los servicios por deuda resultarán en 2012 similares a los de 2011, por lo que la clave reside en auscultar qué ocurrirá finalmente con la evolución de ingresos y egresos en el año que recién comienza y, por ende, con el resultado fiscal.
Deuda total
La deuda total provincial al 30 de septiembre de 2010 alcanzaba a 100.746 millones de pesos, aproximadamente un 44 por ciento de sus ingresos totales anuales. Se encontraban en una situación más comprometida Buenos Aires, Formosa, Jujuy y Río Negro, donde la deuda superaba a los ingresos totales. En el otro extremo, existen cinco jurisdicciones en las cuales el ratio no supera el dígito: Santiago del Estero, La Pampa, Santa Fe y San Luis.
Al analizar el impacto por provincias de la nueva prórroga de servicios de la deuda, se tiene que Buenos Aires concentra más del 40 por ciento del beneficio otorgado. Por su parte, Jujuy, Misiones, Corrientes, Catamarca y Chaco refinanciarán en 2012 más de un 60 por ciento de sus servicios.
En algunas provincias grandes, como Córdoba y Buenos Aires, el beneficio resulta de aproximadamente un 30 por ciento de los servicios a pagar inicialmente previstos para 2012.
En lo que a proyecciones macro se refiere, se espera un 2012 con una alta probabilidad de desaceleración en el crecimiento de la economía y por ende menor incremento en los ingresos fiscales en Nación y provincias, cuya variación más probablemente se ubicaría alrededor del 25 por ciento, frente al 33 por ciento observado en 2011.
En relación con el gasto primario y sus consecuencias en términos de resultado fiscal, Ieral plantea tres escenarios. El primero es de naturaleza inercial, en donde se mantiene la brecha observada en 2011 entre variación de ingresos y egresos (las segundas creciendo 3 puntos porcentuales más que los primeros). Así se llegaría a un déficit primario de 17.265 millones de pesos, que sumado a los servicios de deuda comprometidos tras la última prórroga (15.572 millones de pesos) implicaría una necesidad de financiamiento por aproximadamente 32.838 millones de pesos en 2012 (1,42 por ciento del PBI). Se trata de un escenario muy difícil de sobrellevar fiscalmente, aún con la prórroga en el vencimiento de servicios de deuda recientemente acordada.
Posible alivio
El segundo escenario prevé que tanto los gastos como los ingresos acompañen al crecimiento del PBI nominal (25 por ciento de aumento por actividad y precios). Esto implicaría un menor déficit primario (7.241 millones de pesos), aliviando también las necesidades de financiamiento (22.813 de pesos), aunque resultarían igualmente importantes, al representar un 5,6 por ciento de los recursos totales provinciales (0,99 por ciento del PBI).
El tercer escenario supone mayores dificultades para la refinanciación de servicios de deuda, en que las provincias se ven impelidas a una política prudencial por la cual deciden cubrir la mitad de los servicios comprometidos con un menor crecimiento del gasto.
Requeriría que el gasto primario crezca al 20,5 por ciento en 2012, con lo que se retornaría el saldo primario positivo (7.786 millones de pesos) y las necesidades financieras equivaldrían a un más manejable 0,34 por ciento del PBI. Se trata del escenario para el gasto más deseado para la buena salud fiscal de las provincias en 2012. Resta saber si los pacientes aceptan tomar de esa medicina.

(*) Economista. Presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea.

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