Edición Impresa

Moyano vuelve con libreto conocido, pero final abierto

El panorama parece claro: Moyano tiró de la cuerda con el gobierno y realizó reclamos políticos y sindicales.

Por Nicolás Tereschuk (Noticias Argenitnas).- “Siempre y cuando tengamos la posibilidad de mantener la coherencia en defensa del derecho del trabajador vamos a ser coherentes y vamos a acompañar, pero si esto no ocurre estaremos en la vereda de enfrente, compañeros”. La advertencia es de Hugo Moyano, pero el líder camionero no la pronunció el último jueves bajo la lluvia sino el 11 de diciembre de 2007, cuando Cristina Fernández llevaba algunas horas como presidenta.

Como hace unos días, un enorme cartel con la leyenda “Moyano conducción” se ubicó en el estadio de Obras Sanitarias y entonces el titular de la CGT también habló de política y de reivindicaciones salariales. “Vamos a seguir el camino de las reivindicaciones. Absolutamente nadie nos va a apartar de ese camino. Estemos adentro o estemos afuera, esta es nuestra meta: defender incondicionalmente los derechos de los trabajadores”, dijo entonces Moyano.

El pasado nunca se repite, pero habrá que recordar que en diciembre de 2007 también se había producido una asunción presidencial, la de Cristina, y que Moyano y su sindicato habían estado ausentes en los actos de traspaso de mando.

Hay una coincidencia más: en diciembre de 2007 faltaban unos pocos meses para que finalizara el mandato del jefe de la CGT y los restantes líderes sindicales discutían si Moyano era o no el indicado para continuar al frente de la central obrera.

Como se ve, los pasos del titular de la CGT, un dirigente que a fines de la década del 90 ya hacía política al más alto nivel, varios peldaños por arriba del entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, no son nuevos.

Se trata de un líder sindical que conoce con claridad sus posibilidades y su rol y que siempre está dispuesto a ir de la tensión y la dureza a la negociación.

En qué medida la relación personal entre Cristina Fernández y Moyano podrá recomponerse y cómo juega en ese esquema la ausencia de Néstor Kirchner será motivo de análisis a futuro.

Así se terminará de definir, en parte, si la dinámica de acuerdos que primó entre la Casa Rosada y la CGT conducida por Moyano entre 2008 y 2011 puede reeditarse.

Si dejamos de lado el anuncio de Moyano de renunciar a sus altos cargos partidarios –puestos que son más bien una novedad para el camionero– y las exigencias por fondos para las obras sociales –una constante entre los dirigentes gremiales– queda la larga lista de reclamos por los ingresos de los trabajadores que realizó.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ya dio a entender que la hoja de ruta que tiene el gobierno en la cabeza para 2012 es la experiencia recogida durante las paritarias de 2009.

La economía creció entre 2008 y 2009 cinco puntos menos, en el marco de la crisis financiera internacional, una dinámica que puede volver a repetirse entre este año y el que viene.

En general, los aumentos salariales acordados en paritarias en aquel 2009 fueron del 17 al 20 por ciento.

Un año más tarde, ya con la economía a plena marcha, las recomposiciones para la categoría inicial se ubicaron entre el 21 y el 35 por ciento y en 2011 las pautas fueron similares.

El propio Tomada explicó al finalizar aquel duro año 2009 para la gestión kirchnerista que las negociaciones también tuvieron una particularidad: “Hubo muchas sumas fijas y se negoció en etapas puesto que a principios de año costaba imaginar cómo evolucionaría la crisis internacional”.

Los 1.311 convenios y acuerdos colectivos firmados en 2009 fueron algunos más que los de 2008, pero estuvieron lejos del salto registrado en 2010, cuando la recuperación económica se hizo sentir: en el año del Bicentenario fueron casi un tercio más que los acuerdos que se pudieron alcanzar en el período anterior.

En aquel 2009, el año “más parecido” al próximo que el gobierno tiene en la cabeza, aumentó la cantidad de acuerdos “por empresa” y se redujeron levemente los convenios “por actividad”.

“Estas diferencias en las negociaciones de 2009 reflejan el impacto diferencial de la crisis por sectores, así como en el interior de cada uno de ellos, que favorece los acuerdos particulares de los actores que operan en la base productiva y en los lugares de trabajo, lo que se expresa en el incremento de las negociaciones por empresa”, evaluó entonces en un informe la cartera laboral. Ese año, los convenios no incluyeron sólo cláusulas salariales sino también “cláusulas adaptativas a las situaciones particulares de determinadas actividades y empresas afectadas por la crisis”.

Hay otro elemento que hay que entender de las negociaciones salariales y que quizás tenga impactos en la evaluación del Gobierno sobre qué sindicatos deben primar a la hora de “fijar la pauta” salarial pretendida por la Casa Rosada para 2011.

De acuerdo a los informes oficiales de 2009, aquel año “la industria manufacturera fue el sector más dinámico en la negociación colectiva, con 622 convenios y acuerdos”, mientras que en los sectores “transporte, almacenamiento y comunicaciones”, las tratativas se realizaron casi por completo empresa por empresa.

En las últimas horas, el titular del gremio Smata (mecánicos), uno de los sindicatos clave de la industria, Ricardo Pignanelli, dio su opinión sobre las paritarias del año próximo: “2012 será un momento de adversidades, pero si nos agarra a todos juntos lo pasamos como en el 2008 y 2009”.

El panorama parece claro: Moyano tiró de la cuerda con el gobierno y realizó reclamos políticos y sindicales, una estrategia posible y que puede incluso dejarle réditos.

Otros gremios prefirieron bajar el tono, con la vista puesta en lo ocurrido en la “primera etapa” de la crisis financiera internacional.

La “muñeca política” que demuestre el gobierno nacional de cara a las negociaciones del año próximo será clave para conocer cómo terminará esta historia.

Comentarios