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La magia del 17 de octubre peronista une a la ‘‘Tendencia’’ con el PC y la UCR K

Agustín Rossi estará en la mesa principal del acto para celebrar el Día de la Lealdad.

Una última pizca de teoría marxista en la sangre, que propala aquel concepto de la contradicción principal y las contradicciones secundarias, logrará una magia inaudita: que radicales, socialistas y comunistas, o ex, celebren entre brindis junto a peronistas una vigilia a la espera del 17 de octubre.

Ninguna fecha es –ni será– más peronista que el Día de la Lealtad. Por la inercia contraria, ninguna tan denostada por el antiperonismo. Los Kirchner podrán anotar en su bitácora que este 17 de octubre se festejará en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, con “compañeros”, “correligionarios” y “camaradas”.

Una carpa, blanca e inmensa, recibirá el atardecer del sábado a 400 dirigentes del planeta K y otra cantidad similar de militantes para, cena de por medio, esperar el 17. Mauricio Macri, según confió la organización, dio la autorización para que se construya ese efímero “altar” de la militancia K.

Horas antes, más aparatoso, Hugo Moyano llenará el estadio de River con su tropa sindical y le cederá el escenario, y el discurso del final, a Néstor Kirchner. ¿Cristina, su esposa, pasará a saludar por la carpa que juntará al PJ setentista, los radicales K, el socialismo y los “pecé” kirchnerizados?

Se espera, como mínimo, que los salude por Twitter. En definitiva, ese conglomerado –que reconoce al patagónico como “jefe” del modelo– en paralelo se abraza a la hipertextualidad de la presidenta para animar acercamientos y celebraciones en otros tiempos, incluso cercanos, inimaginados.

En rigor, la confluencia del “peronismo de izquierda” (Emilio Pérsico dixit), el radicalismo que perseveró junto a los Kirchner luego de la ruptura con Julio Cobos, y los comunistas, orgánicos o no, que por oleadas abrazaron la Biblia K, se nutre de la teoría de los modelos en pugna.

Tampoco hay, juran los promotores del festejo ecuménico, contrariedades ni resquemores con el acto de Moyano y los mitines que la ortodoxia peronista hará en esos días para recordar el 17-O. Cristina es, otra vez, base argumental para negar la hipótesis de confrontación entre ambos bloques.

“Si en los 70 nos hubiésemos reunido como acá, la juventud y el sindicalismo, otro hubiese sido el país”, dijo Cristina, con un dejo de autocrítica, en el acto de la juventud en el Luna Park el 14 de septiembre pasado. Esa frase se invoca, en estas horas, para desmentir antagonismos.

Así y todo, la juntada que bautizaron “Esperando el 17” será una foto múltiple sobre la que más adelante podría germinar un espacio político que englobe las vertientes dispersas del kirchnerismo no “pejotista”, categoría que nuclea a grupos piqueteros, la progresía y los radicales K además de, entre otros, La Cámpora y la JP.

Hay, entrelíneas, matices semánticos con el moyanismo. Mientras el jefe de la CGT y el PJ bonaerense convoca a River para “defender el modelo”, el colectivo que se congregará en Plaza de Mayo el sábado martilla con un eslogan más pretencioso: hablan de “profundizar el modelo”.

Inmanente, late una pretensión electoral: el sábado compartirán carpa dos espacios de origen similar pero que con el tiempo se distanciaron. Por un lado, el “Encuentro” que encabeza el Movimiento Evita de Emilio Pérsico y reúne a referentes, agrupaciones y columnas de origen peronista. Circulan, bajo ese paraguas pero con entidad propia y acceso frecuente a la intimidad de Olivos, La Cámpora de Andrés “Cuervo” Larroque y la JP nacional de Juan Cabandié.

Por el otro, el “Encuentro de la militancia” que anima un puñado de intendentes como Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes), Mario Secco (Ensenada) y Aldo San Pedro (Bragado), junto al Frente Grande de Eduardo Sigal, el PI de Gustavo Cardeza y el Frente Transversal de Edgardo Depetri y Oscar Laborde.

Parte de este último proviene del PC y tiene, por otro lado, enlaces con el PCA de Patricio Echegaray, cuya presencia no estaba, anoche, todavía confirmada, al igual que la convocatoria al Partido Humanista, que integra formatos cercanos al gobierno. En tanto, también están convocados los radicales de Forja, sigla jauretcheana que renació días atrás durante un acto en la Biblioteca Nacional que encabezó Kirchner junto a Gustavo López, la diputada Silvia Vásquez y el intendente de Vicente López, Enrique “Japonés” García.

Además de su pertenencia K, todas esas tribus comparten un temor: que a la hora del armado de listas, cada uno por su lado, quede desplazado por la ferocidad del PJ con o sin venia de Kirchner. Allí radica, entonces, la expectativa de que los festejadores del 16 –en la vigilia corta para el 17– empiecen a configurar un bloque con cierta uniformidad.

En la mesa principal, a modo de señal, alinearán a algunas de sus ofertas electorales: Agustín Rossi, posicionado en Santa Fe, Mercedes Marcó del Pont, una opción K para la Capital, y el ex canciller Jorge Taiana, que vuelve para entrar en la ruleta de las candidaturas bonaerenses.

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