Diversidad unida
El feminismo es
con todes adentro
o no es

En las últimas semanas, en las redes sociales surgieron grupos que llamaban a generar estrategias para que el 8 de marzo marcharan sólo mujeres. Las convocatorias eran de Radfem, por Radical Feminism, una corriente del feminismo que surgió en la década del 60 en Europa y Estados Unidos y que tiene como premisa el biologicismo. Esto es: que sólo las mujeres que nacieron con vagina pueden ser el sujeto social del feminismo, dejando afuera a todo el abanico de diversidad sexual. Otra de las siglas por las que son conocidas es Terf, por Feminismo Radical Trans Excluyente. La aparición de estos grupos generó un amplio rechazo en todos los feminismos de la Argentina, que tienen una construcción con travestis, trans, lesbianas, putas y personas no binarias adentro. La corriente es considerada transfóbica y fascista. Así quedó demostrado en una de las asambleas de cara al 8M en la ciudad de Buenos Aires, cuando una de sus representantes se anotó para ser oradora y fue abucheada. A continuación, varias voces se explayan sobre el fenómeno Radfem.


Mabel Gabarra, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito:

"Esta discusión tiene muchísimos años. Surgió en los 70 cuando salió el libro de Kate Millet «Política sexual», que planteaba el biologicismo y abrió muchas discusiones que con los años se saldaron. En Argentina después de 2015, con la gran movilización de Ni Una Menos y las de aborto del año pasado, plantear esta discusión es un retroceso. Las disidencias sexuales fueron parte de este gran resurgimiento del feminismo y ponerles una traba para que participen es un error político y estratégico. Nos puede llevar a un elitismo feminista, de un grupo de intelectuales que la tienen clara y no ve más allá de sus elucubraciones teóricas. Cuando los movimientos tienen un crecimiento tan importante todos quieren atribuirse los triunfos. Las que venimos de hace años pensamos que el planteo de excluir a un sector importante que se llama feminista es un error. Pero además, ¿quién determina cuál es el sujeto político? ¿La calle, la academia? Para mí lo determinan los debates y la participación. Seguiremos debatiendo pero tenemos que avanzar, no retroceder".

 

Pamela Rochi, funcionaria de la Subsecretaría de Diversidad Sexual de Santa Fe:

"Durante mucho tiempo estuve muy ofendida y enojada con los movimientos feministas porque sentía que había un sector que, a las trans, no nos consideraban parte. Conocí el feminismo cuando llegué a Rosario. Estuve trabajando con la murga Modestia Aparte y cuando entré les dije que me enseñaran, que no sabía nada de feminismo. Ahí aprendí que había un feminismo que nos incluía. En los últimos años hubo un cambio y hoy el feminismo es con la diversidad sexual adentro. Pero ahora surge un sector que no acepta a mujeres que no hayan nacido con vagina. Incluso ponen en discusión al lesbianismo, no sólo a las trans. Es un retroceso. Las travestis y trans estamos muy empoderadas y hoy la discusión es que nos están matando. Hay un travesticidio social por años de abandono del Estado. En 2018 bajó nuestro promedio de vida, que era de 35 a 40 años y ahora es de 35 a 38. Discutir si somos parte del feminismo en este contexto de crisis que nos afecta directamente a las trans, es lamentable".

 

Majo Gerez, integrante de Ni Una Menos Rosario y del colectivo Mala Junta:

"Hay una oleada reaccionaria en el mundo que quiere volver hacia atrás y del otro lado hay un feminismo popular e internacional con mucha vitalidad que avanza hacia el futuro. Ante esta reacción que en Argentina encara el gobierno macrista, este 8 de marzo es muy importante que las pibas, las gordas, las putas, las migrantes, las travas y todas las sujetas más perseguidas sean las protagonistas. Si miramos a las nuevas generaciones que protagonizan la revolución de las pibas vemos que son las que con más fuerza llevan adelante las disidencias. Hablan con lenguaje inclusivo sin problema. En el debate del aborto fueron claves para dos grandes lecciones: nos enseñaron que el pañuelo no se esconde y fueron las que tomaron con más fuerza el concepto de cuerpos gestantes. Es un ejemplo para ver que las nuevas generaciones tienen saldado el lugar de las disidencias y de los cuerpos no hegemónicos en el feminismo. Las compañeras trans nos enseñaron lo que implica vivir en un sistema heteropatriarcal y binario. Es el colectivo que está más en riesgo y no podemos retroceder porque el feminismo popular está constituido por la comunidad trans. Todo lo que somos se lo debemos a la militancia de este colectivo. El 3 de junio de 2015 fue fundamental para la cuarta ola y existió porque estaban las travas adentro".

 

Florencia Rovetto, docente e investigadora de Conicet y de la UNR, integrante del Núcleo de Género de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales y de Ni Una Menos Rosario:

"La vieja discusión de las feministas radicales se reedita ante la cuarta ola y reaparece el debate sobre quién es el sujeto del feminismo. Hay que pensar en cómo las disputas internas del feminismo repercuten afuera. Por ejemplo, en los años 80 los medios de comunicación de masas, la publicidad, el cine americano se pusieron a la cabeza de la reacción ante los avances del feminismo de la segunda ola. La industria cultural de Estados Unidos les decía a las mujeres que la igualdad ya estaba alcanzada. Mientras, la política neoliberal y conservadora eliminaba las medidas a favor del colectivo femenino. Algo de eso se vuelve a editar cada tanto con el «ahora qué quieren si ya alcanzaron todo, si incluso llegaron hasta la presidencia». Es absurdo y perverso porque no hemos alcanzado la igualdad de nada: nos siguen matando, el aborto sigue siendo ilegal, el modelo de familia hegemónica sigue siendo inalterable. En las Radfem hay temor al feminismo. Cuando advierten el potencial de la trasformación revolucionaria que el feminismo propone y significa para nuestra especie empiezan las derivas o los apaciguamientos. Lo paradojal de las Radfem es que la esencia de la femineidad no nos salva de nada. Resisten los cambios que tienen que ver con la identidad y con el poder. El feminismo actual pone en discusión algo no tan digerible porque propone cambiarlo todo. Y eso implica los cimientos de la identidad y la distribución de poder. Es decir, lo que organiza la vida social, cultural, política, deportiva, familiar. Como hace 50 años, el principal miedo sigue siendo el mismo: la familia. Porque por más leyes que avalen las familias monoparentales u homosexuales, la propiedad privada que es constitutiva de la estructura familiar se mantiene inalterable. Las feministas de la cuarta ola se están animando a correr ese límite fijado desde hace siglos. Y asusta la incidencia de los nuevos feminismos que incluyen a mucho más que la mujer"

 

Michelle Vargas Lobo, integrante de Comunidad Trans:

"Las feministas radicales no son algo nuevo. Piensan que la identidad tiene que ver con la genitalidad. Es algo que ya deconstruimos en el feminismo y que nos llevó mucho tiempo. Recién en 2014 travestis y trans empezamos a ser parte de los Encuentros Nacionales de Mujeres. Son grupos ortodoxos de derecha, lobos disfrazados de corderos en la avanzada de los Bolsonaro, los Trump, los Macri. Nosotras tenemos en claro cuál es nuestra lucha y nuestras convicciones y sentimos que esto es un retroceso en discusiones saldadas. Es como discutir si el aborto tiene que ser legal, seguro y gratuito. Incomoda reivindicar nuestras luchas dentro del propio feminismo, cuando lo hacemos todos los días en el sistema patriarcal. Pero también sentimos que estamos acompañadas por el colectivo feminista y que no vamos a retroceder. En Argentina el feminismo es con nosotras adentro. Plantear esto es un desconocimiento del genocidio que hay contra el colectivo trans. Hubo 15 travesticidios en 2019, bajó el promedio de vida, las chicas se mueren jóvenes. Queremos que haya inclusión laboral y que las que ya no pueden trabajar, sean reparadas porque el Estado históricamente se olvidó de nosotras. Hay compañeras de 55 años que ejercieron toda la vida el trabajo sexual y hoy no tienen aportes ni obra social y no pueden trabajar porque ya son grandes. No las podemos dejar en el olvido. Las tenemos que cuidar a esas compañeras".



Siempre he sido feminista. Esto significa que me opongo a la discriminación de las mujeres, a todas las formas de desigualdad basadas en el género, pero también significa que reclamo una política que tome en cuenta las restricciones impuestas por el género en el desarrollo humano


Judith Butler*
*La filósofa, quien hizo aportes fundamentales en el campo del feminismo y la teoría queer, en su definición de la lucha por la igualdad entre sexos y géneros

.

 


 

 


COOPERATIVA DE TRABAJO LA CIGARRA LIMITADA